El domingo 15 de enero se habrá cumplido un mes de que el Congreso del Estado nombró a uno de los suyos como gobernador sustituto luego del deceso de Miguel Barbosa, ocurrido dos días antes, el martes 13 de diciembre de 2022.
En el breve periodo transcurrido se alcanza a ver el particular estilo de ejercer el mandato que legítimamente entregaron quienes integran la Legislatura a Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
El más reciente ejemplo del cambio en la forma y el fondo de interactuar con otros sectores de la sociedad fue el encuentro, a puerta cerrada en Casa Puebla, con un grupo de empresarios, de entre quienes destacó la presencia de Julián Ventosa Aguilera y Julián Ventosa Tanús; Antonio Yitani Maccise y José Chedraui Budib; Gilberto Marín, Gregory Camacho e Ignacio Alarcón, figuras que en el pasado reciente habría sido difícil imaginar en un encuentro con el Ejecutivo.
El fin de semana anterior sostuvo reuniones, encabezó encuentros y fue acompañado de líderes de los partidos políticos aliados. Morena encabezó la jornada de encuentros, siguió el Partido del Trabajo y el Verde Ecologista.
En agenda se prevén encuentros, para el próximo sábado y domingo, con las dirigencias de Movimiento Ciudadano y con el Partido Revolucionario Institucional, dos franquicias en Puebla ajenas a la polarización que prevalece en el contexto nacional.
El más significativo puente de comunicación acaso ocurra este viernes, cuando Céspedes Peregrina reciba al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, aspirante al mismo tiempo de la candidatura de Morena a la Presidencia en 2024.
El tabasqueño se convirtió en incómodo protagonista de la 4T cuando decidió venir en 2022 a degustar un chile en nogada, en La Noria, con Ignacio Mier Velazco, el coordinador de los diputados del partido oficial en San Lázaro, antes de saludar a Barbosa en Casa Aguayo, como correspondía a la investidura de ambos.
Ese inquilino de Bucareli estará el viernes con el gobernador de Puebla, que se ha ocupado de mantener ritmo y consistencia para tejer acuerdos y consolidar relaciones.
La comunicación con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, fluye sin intermediarios ni contratiempos.
Aunque ha sido en extremo cuidadoso, enalteciendo en cada una de sus participaciones públicas el legado de quien ha llamado guía en la tarea pública y la práctica política, el gobernador ha comenzado a matizar para colocar en la agenda pública un panorama distinto al que prevaleció hasta antes del martes 13 de diciembre, cuando se confirmó el deceso de su antecesor.
Los contrastes están ahí, palpables. La semana previa consultaron al Ejecutivo sobre la demanda legítima de activistas y colectivos sobre la desaparición de féminas, la violencia en distintas formas de manifestación y feminicidios.
No sólo no increpó a los destinatarios de esos mensajes, sino anticipó una revisión de los protocolos de actuación y luego fue instalada una mesa para encaminar el esfuerzo institucional a contener ese flagelo que lastima el tejido social. La agenda de Céspedes Peregrina es otra, como el estilo de trabajo, igualmente diferente, sólo no lo pueden ver quienes niegan lo obvio.
Parabolica.mx
Fernando Maldonado