Previo al día de San Antonio Abad, patrono de los animales, el cual se celebra el 17 de enero, decenas de feligreses católicos llevaron sus animalitos al templo de San Pedro que se ubica en el Centro Histórico.
Durante la misa dominical se observaron perros y gatos, principalmente, que recibieron la bendición la mañana.
Los creyentes acudieron desde diversos puntos de la ciudad y de formaron para que sus mascotas recibieran el agua bendita.
San Antonio Abad nació en una población del alto Egipto, al sur de Menfis en el año 251.
A la muerte de sus padres, cuando tenía veinte años, heredó una considerable fortuna y el cuidado de su hermana pequeña.
Sin embargo, poco tiempo después se despojó de sus propiedades y colocó a su hermana en una casa de vírgenes, que era probablemente el primer monasterio femenino. Él se retiró a la oración siguiendo el ejemplo de un ermitaño de su ciudad.
Murió el 17 de enero del año 356 y tras su deceso se le otorgó el título de patrono de los animales.