La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 24 de enero como el Día Internacional de la Educación, con el propósito de reflexionar sobre los esfuerzos que debe alcanzar la democratización del conocimiento, inclusivo, equitativo, con acceso y oportunidades de aprendizaje sin distinción. Es decir, la educación es un derecho humano, un bien común que conlleva corresponsabilidad y desprendimiento supra individualista.
La educación está orientada a aportar a la formación integral de las personas, formación que implique en primera instancia reconocer las diferentes dimensiones del desarrollo humano y social. Grosso modo, el propósito es la formación de pensamiento y particularmente; la formación del pensamiento crítico en diversos campos del conocimiento.
Impulsar la reflexión del conocimiento motivado desde el trabajo en las aulas de clase constituye el propósito central del quehacer docente y de la didáctica de la ciencia. Es decir, principios, conceptos, teorías y pragmatismo; son instrumentalistas, y se debería prioriza la formación de sujetos, grupos y comunidades que piensen y se conduzcan críticamente a partir del aprendizaje adquirido en aulas.
El actor fundamental que incide en el desarrollo del pensamiento crítico en los estudiantes, por supuesto es: la figura docente, que a partir de la practica didáctica y y la instrumentalización de la pedagogía moldea la formación del pensamiento crítico. El maestro, y las dinámicas de aprendizaje vertidas en el salón de clase determinan la formación crítica del alumnado.
Desde los primeros años de vida, los seres humanos poseemos destrezas que nos facilita el desempeño en contextos naturales, educativos y culturales proporcionándonos comportamientos inferenciales, perspectivos. Este último, permite transformar estímulos iniciales a partir de procesos complejos de reflexión. Algunos autores asumen a la inteligencia inicial con procesos perceptivos.
La autonomía del individuo en sus primeras etapas de vida logra la capacidad de manipulación de objetos a partir del planteamiento de hipótesis y la clasificación, ordenamiento y elaboración de sistemas primarios de cuantificación y esquemas de inferencia en el campo socioafectivo. Un niño es capaz de crear de manera autónoma y autodirigida su propio conocimiento a partir de su contexto cultural inmediato.
Finalmente, este año la UNESCO dedicó el Día Internacional de la Educación a las niñas y mujeres de Afganistán que han sido privadas del derecho a la educación.
@cm_ramoslinares