El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Alejandro Armenta, en compañía de ejidatarios, comuneros y guardabosques, hizo un llamado las autoridades federales para que atiendan el problema de la plaga de insectos “descortezadores”, que provocan un alto grado de deforestación y degradación de bosques en varios estados del país.

En conferencia de prensa, el legislador refirió que en 2020 se registró la pérdida de más de 120 mil hectáreas boscosas por dicho insecto; mientras que las entidades más afectadas son Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Querétaro, Puebla, Hidalgo y Tlaxcala.

“Tan sólo en Puebla hay más de dos mil 719 localidades con más de 200 hectáreas deforestadas. Son manchones que se presentan en estas regiones, que sin duda son síntoma de la muerte que están tendiendo estas áreas. Es dramático lo que está sucediendo”.

Si no tomamos medidas, alertó Alejandro Armenta, cuando se sequen los pozos de riego y los que suministran el agua a las ciudades, entonces habrá una alerta por escasez del líquido para poder producir los alimentos para la población.

“Nosotros respetuosamente pedimos a la Comisión Nacional Forestal, al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que tomen con seriedad este problema”.

El legislador de Morena enfatizó que “si se muere el bosque no habrá escurrimientos en los mantos freáticos, en los ríos, en las barrancas, para que se puedan alimentar los sistemas de pozo para uso doméstico y uso agrícola. Es un tema delicado, es un tema grave”.

Dijo que en sus recorridos por el Parque Nacional Izta-Popo Zoquiapan, los volcanes Iztaccíhuatl, Popocatépetl y otras regiones, los pobladores le plantearon dicha problemática que se agudiza y devasta estas zonas boscosas.

En ese sentido, se comprometió a realizar las gestiones necesarias para que se revisen las acciones para contener la plaga e instaló una mesa de dialogo con representantes de zonas naturales.

Por su parte, ejidatarios, comuneros y guardabosques de diferentes partes del país, pidieron a las autoridades correspondientes que actúen para eliminar esta plaga, y que dimensionen el problema que afecta los bosques de clima templado en México.

Expusieron que, después de los incendios forestales, son los insectos descortezadores quienes generan mayores repercusiones a esas áreas naturales.

Además, plantearon que 2011 hubo un foco rojo por esta plaga, con menor intensidad, que se logró controlar, y por ello, permaneció como parte de un ecosistema; sin embargo, del 2020 a la fecha expertos y ejidatarios “han sido testigos de que la plaga de este insecto descortezador ha impactado con más intensidad estas zonas”.

Lo anterior, señalaron, provoca pérdidas de arbolados y de recursos económicos, por lo que insistieron en que la Comisión Nacional Forestal, que tiene la atribución de dictaminar las notificaciones de saneamiento, haga el esfuerzo para atender esta situación que tiene impacto para a la población en general.