El último balance del terremoto que sacudió hace una semana Turquía y Siria indica que hubo más de 35 mil muertos, mientras las escasas perspectivas de encontrar sobrevivientes se desvanecen, los esfuerzos se centran en ayudar a los millones de personas que se quedaron sin hogar.

La situación es especialmente grave en Siria, devastada por más de una década de guerra civil. El presidente sirio, Bashar al Asad, aislado y sujeto a sanciones, pidió ayuda internacional para “la reconstrucción de las infraestructuras” destruidas por el sismo en el país, donde la ONU estima que más de cinco millones de personas se quedaron sin casa.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que Asad acordó abrir dos nuevos pasos fronterizos para permitir el ingreso de ayuda. Antes del sismo del 6 de febrero, casi toda la ayuda humanitaria destinada a los más de cuatro millones de personas que viven en los sectores controlados por los rebeldes en el noroeste del país procedía de Turquía por el paso Bab al Hawa.

LLAMADAS DE AUXILIO

Aunque cada vez es más difícil, todavía se encuentran personas vivas entre las montañas de escombros de las ciudades que quedaron destruidas.

Un niño de 12 años fue rescatado en la provincia de Hatay, 182 horas después del terremoto, según medios turcos. Los sobrevivientes se enfrentan a la falta de agua y condiciones sanitarias precarias.

En la localidad turca de Kahramanmaras, cerca del epicentro, se instalaron 30 mil tiendas de campaña y hay 48 mil damnificados en escuelas y otras 11 mil 500 personas albergadas en centros deportivos.

La ciudad turca de Antakya, una localidad milenaria, conocida como Antioquía en la Antigüedad, quedó arrasada y el terremoto derribó la mezquita más antigua del país. En la ciudad, los equipos de retirada de escombros comenzaron a trabajar y a instalar baños de emergencia.

El vicepresidente turco, Fuat Oktay, reportó que 108 mil edificios quedaron dañados y que 1.2 millones de personas están albergadas en alojamientos estudiantiles y 400 mil damnificados fueron evacuados de la región.

El costo económico está estimado en más de 84 mil millones de dólares, de acuerdo con la federación de empresas Türkonfed en un informe el lunes. En Turquía crece la indignación por la mala calidad de los edificios y la respuesta gubernamental.

ZONA DEL EPICENTRO: KAHRAMANMARAS

30 mil

Tiendas de campaña instaladas

48 mil

Damnificados en escuelas

11 mil 500

Personas albergadas en centros deportivos.

CON INFORMACIÓN DE AFP.