El siete veces campeón del mundo de F1, Lewis Hamilton, aseguró ayer que seguirá “diciendo lo que piensa” en los circuitos pese a la prohibición de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) de los “comentarios políticos, religiosos o personales” sin su acuerdo.

La FIA, que impone el reglamento del campeonato del mundo de F1, de rallies (WRC) y de resistencia (WEC), actualizó su Código Deportivo Internacional (CSI) en diciembre, y prohibió en nombre del principio de neutralidad las “declaraciones” y “comentarios” políticos, religiosos y personales, especialmente por parte de los pilotos, salvo “aprobación previa por escrito de la FIA” o de la ASN, la Autoridad Deportiva Nacional del país en cuestión.

Esta decisión “no me sorprende”, aseguró Hamilton, quien se pronuncia con frecuencia públicamente sobre ciertos temas durante los Grandes Premios, principalmente a través de mensajes en su ropa o en su casco.

En 2020, en el podio del Gran Premio de la Toscana, el piloto de Mercedes se puso una camiseta con el mensaje “arrestad a los policías que mataron a Breonna Taylor”, una mujer negra que murió a manos de la policía en su apartamento en Estados Unidos. Este acto llevó a la FIA a revisar sus normas protocolarias durante las ceremonias de después de la carrera.

Por su parte, el presidente de la F1 Stefano Domenicali aseguró a principios de febrero que “la F1 no amordazará nunca a nadie”.

“Hablamos de 20 pilotos, 10 equipos y muchos patrocinadores que tienen ideas distintas, puntos de vista distintos”, añadió el italiano en una entrevista al diario británico The Guardian. “No puedo decir quién tiene razón y quién se equivoca, pero es justo, si es necesario, darles una plataforma para hablar de sus opiniones de manera abierta”.

CITA TEXTUAL

“El deporte tiene una responsabilidad, la de expresarse siempre sobre los temas importantes para concienciar, particularmente cuando viajamos a todos estos lugares distintos”. Lewis Hamilton.