El escritor Sergio Ramírez, despojado de su nacionalidad junto a otros 93 opositores al gobierno de Daniel Ortega, afirmó que nunca dejará de ser nicaragüense, mientras diversos gobiernos, la ONU y organismos de derechos humanos condenaron las sanciones.

“Nicaragua es lo que soy y todo lo que tengo, y que nunca voy a dejar de ser, ni dejar de tener, mi memoria y mis recuerdos, mi lengua y mi escritura, mi lucha por su libertad por la que he empeñado mi palabra”, tuiteó el escritor y exvicepresidente de Ortega en su primer mandato (1985-1990), exiliado en España.

“Mientras más Nicaragua me quitan, más Nicaragua tengo”.

La justicia de Nicaragua declaró el miércoles pasado “traidores a la patria” a 94 opositores, entre ellos Ramírez y la poeta y escritora Gioconda Belli, los despojó de su nacionalidad e inhabilitó de por vida a ejercer cargos públicos. También anunció que confiscará sus bienes.

La mayoría de los sancionados vive en el exilio. Belli, opositora a la dictadura de Anastasio Somoza que trabajó con el gobierno sandinista en la década de 1980, reaccionó publicando versos de su poema “Nicaragua” en Twitter.

Expresan rechazo

El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, se dijo “alarmado” por la decisión y expresó: “El derecho a la nacionalidad es un derecho fundamental. No debe haber persecución ni represalias contra los defensores de los derechos humanos o las personas que expresen opiniones críticas”.

El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, criticó que la decisión de Ortega “supone un nuevo retroceso para el pueblo nicaragüense y un paso más hacia la consolidación de un régimen autocrático”, y aseguró que “quienes defienden la democracia en Nicaragua siempre será sus ciudadanos y sus patriotas”.

La canciller de Chile, Antonia Urrejola, señaló por su lado que “cada día más (Nicaragua) se trata de una dictadura totalitaria, donde se persigue cualquier tipo de disidencia”.

“Horrorizados”

El PEN Club International, que agrupa a escritores de todo el mundo, mostró su solidaridad con Ramírez, Belli y demás sancionados “que ahora sufren niveles de represión inauditos en América Latina”, dijo su presidente, Burhan Sonmez.

 

Con información de agencias