El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, está por ponerle sabor a la contienda que promete mucho más que la competencia constitucional presidencial de 2024, en la que hasta antes de la primera mitad de enero parecía tener una única favorita, con la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo.
La conclusión deriva de un conjunto de escenarios previstos ante el cúmulo de mediciones en los que la oposición al partido Morena carece hasta ahora de un competidor con suficiente rentabilidad electoral como para hacerle sombra por la presidencia y los cargos en disputa en el verano del próximo año.
El cambio perceptible apenas para los observadores y analistas en el tablero de la política nacional tendrá, sin duda, repercusión en la mayoría de los estados en los que habrá relevo de gubernaturas, como ocurre con los casos de Puebla, Veracruz y Morelos, dominados por el partido hegemónico.
En Puebla, en donde aún no hay nada para nadie, el factor Marcelo Ebrard, más que Ricardo Monreal, el recién vuelto a habilitar como “corcholata” y coordinador de los senadores de Morena, cambiará el mapa político y eso lo saben los equiperos de quienes han levantado la mano para participar de esa contienda política.
Para nadie es un secreto y tampoco hay mucho que interpretar luego de lo sucedido en la Ciudad de México en la primera semana del mes de enero, con el accidente del Sistema de Transporte Colectivo Metro, que dejó a una joven mujer sin vida de nombre Yaretzi y que pilló a Sheinbaum en Morelia, Michoacán, a donde acudió a impartir una conferencia sobre gobiernos exitosos.
Desde esa primera semana de enero a la fecha, el posicionamiento en diversas mediciones ha caído, para ceder en algunas el primer lugar, y otras en empate técnico con quien se ubica en mejores condiciones de competitividad por razones que derivan de dos circunstancias, fundamentalmente.
La primera de ellas es el perfil que el propio Ebrard Casaubón ofrece frente al electorado, los habitantes de la capital y la clase política. Con un largo camino recorrido desde que creció en el ámbito de la política con Manuel Camacho Solís (1946-2015), un exasesor que rompió con el PRI luego de la crisis de 1994 con la irrupción de la guerrilla en Chiapas y el homicidio del candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio Murrieta, en Lomas Taurinas, Tijuana.
El otro ángulo que hace ver con mayor solvencia política al canciller es el trabajo que desde esa instancia ha desplegado con éxito notable. A la capacidad negociadora, se debe añadir el logro de la realización de la Cumbre de Líderes de América del Norte, con la estancia en México del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el premier de Canadá, Justin Trudeau.
La leyenda en bardas de diversos puntos de país en los que se lee “Los jóvenes con Marcelo”, como si de grafitti se tratara, además de las publicaciones en la red social de TikTok, hablan de una actividad de comunicación política que apunta a un segmento de la población reacio a la política y el ejercicio de gobierno por una razón adicional: Ebrard es de los perfiles incluidos en la competencia interna de Morena que trae apoyos y simpatía del establishment.
@FerMaldonadoMX