Muchos expertos señalaron que con el lanzamiento de ChatGPT, una de las tecnologías que básicamente domina el mundo de las búsquedas, desaparecería, me refiero al buscador de Google. La inteligencia artificial conversacional de Microsoft es capaz de responder a casi cualquier pregunta o petición con la promesa de que según sea entrenada, no tenga limitantes de respuesta en lenguaje natural y sencillo.
Microsoft además presentó ante medios y expertos la integración de ChatGPT con su buscador web Bing, que se autodefine como un motor de respuesta impulsado por Inteligencia Artificial (IA), hipertextualizando o citando cada respuesta a enlaces donde se ofrece la información buscada.
Ante esta amenaza, Google recién presentó Bard y estará en funcionamiento en las próximas semanas. Al igual que ChatGPT, Bard es una inteligencia artificial conversacional basada en el modelo de ‘Language Model for Dialogue Applications’ (LaMDA). De hecho, Google opera diferentes dominios con este modelo en la actualidad, aunque no para una herramienta de conversación.
El objetivo de Bard es combinar la base de conocimientos del mundo con la potencia, inteligencia y creatividad de nuestros grandes modelos lingüístico. Bard “toma información de internet y la emplea para ofrecer respuestas actuales y de alta calidad”, aseguró el presidente de Google, Sundar Pichai.
Básicamente, Bard compite con ChatGPT al ofrecer creación de textos con el uso de inteligencia artificial; sin embargo, ChatGPT, desarrollado por OpenAI, está basado en el modelo de lenguaje GPT3, capaz de ofrecer respuestas más precisas con la salvedad que a menudo los servidores se encuentran saturados, por lo que el costo es alto. ChatGPT se encuentra alojado en los servidores Azure Data Service y el mantenimiento activo cuesta varios millones de dólares al mes al requerir una enorme potencia de cálculo.
A diferencia con Bard, que es un modelo menos preciso, pero tiene la ventaja que requiere una potencia de cálculo mucho menor que ChatGPT, lo que lo hace económicamente más asequible y con un alcance mayor a usuarios. Otra de las diferencias es que ChatGPT opera con información extraída de la red hasta el 2020, es decir, no cuenta con conocimientos recientes. Bard, por su lado, puede ofrecer respuestas actuales al utilizar información de internet, aunque esto no necesariamente la hace más precisa.
El anuncio de Bard llega en un contexto en el que podríamos considerar ‘la guerra de inteligencias artificiales’, tal y como sucedió con ‘la guerra de buscadores’ o también conocida como ‘Browser Wars’ con Internet Explorer (Microsoft) y Netscape Navigator (Netscape) por la dominación del mercado web a finales de los 90’s.
Hacer esta comparación cobra relevancia luego de que Microsoft invirtiera en enero del año en curso la exorbitante cantidad de 10,000 millones de dólares en OpenAI. Un acuerdo que, además, le permitirá recibir el 76% de los beneficios que genere la empresa durante los años siguientes.
@cm_ramoslinares