Un total de 305 candidaturas fueron censadas este año para el Premio Nobel de la Paz, anunció el miércoles en Oslo el instituto que los otorga, sin dar a conocer los nombres de los postulados.
Las candidaturas, que siguen por debajo del número récord de 376 registrado en 2016, se reparten entre 212 personas y 93 organizaciones, indicó el instituto en su sitio Internet.
De acuerdo con los estatutos Nobel, sus nombres permanecerán secretos durante 50 años. Pero los miles de padrinos (parlamentarios y ministros de todos los países, antiguos laureados, algunos profesores de universidad, etc.) son libres de revelar la identidad de su “candidato”.
Como el año pasado, muchas de las candidaturas ya reveladas hacen referencia a la guerra en Ucrania: como la del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, su homólogo turco Tayyip Erdogan, el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, y un grupo de trabajo ucraniano que busca establecer un tribunal internacional sobre crímenes de guerra.
También hay rusos críticos del presidente Vladimir Putin como el opositor Alexéi Navalni, el periodista Vladimir Kara Murza y el movimiento de jóvenes demócratas Vesna.
Otros nombres que supuestamente aparecen en la lista son los de dos jóvenes activistas del clima: la sueca Greta Thunberg y la ugandesa Vanessa Nakate.
Asimismo el de la activista feminista iraní Masih Alinejad y su movimiento antihijab My Stealthy Freedom, y el Ejército de Salvación.
Dentro de las candidaturas figuran inclusive militantes prodemocráticos chinos o hongkoneses (Chow Hang-Tung, Peng Lifa y el grupo Tribunal Uigur), el embajador de Birmania ante la ONU Kyaw Moe Tun (destituido por la junta pero todavía en funciones), la coalición antijunta NUCC y la humanitaria egipcia Maggie Gobran.
El año pasado, el Nobel de la Paz recompensó a un trío altamente simbólico compuesto por la ONG rusa Memorial -cuya disolución fue ordenada por la justicia rusa-, el Centro Ucraniano para las Libertades Civiles y el militante bielorruso encarcelado Ales Bialiatski.