Dos de los cuatro aspirantes a la candidatura a la Presidencia de la República estarán este miércoles en la zona metropolitana de Puebla. Se trata de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y el secretario de Gobernación federal, Adán Augusto López Hernández.

Desde luego estarán ausentes el canciller Marcelo Ebrard Casaubón y el jefe de la bancada de Morena en el Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila, a quien los duros del equipo del presidente le regatean la condición de aspirante a la candidatura presidencial.

No es desdeñable que esta mitad de semana asistan al encuentro de la firma del Convenio de Concertación del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública Alfredo del Mazo, del Estado de México; Cuauhtémoc Blanco, de Morelos; Lorena Cuéllar Cisneros, de Tlaxcala; y Julio Menchaca Salazar, de Hidalgo.

La lectura política, aún y cuando se trata de una visita institucional, es indispensable pues desde mayo de 2022 el presidente Andrés Manuel López Obrador dio el banderazo de salida para quienes quisieran competir por la nominación para encontrar a su reemplazo en la carrera de 2024.

Hace diez meses que comenzó la batalla por la sucesión presidencial, y lo mismo sucede en el territorio poblano hace ocho meses, cuando el finado Miguel Barbosa Huerta abrió su propio juego de sucesión para el que compitió el ahora gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

Existe una enorme expectativa por la disputa política que las fichas del presidente López Obrador mueve un día y al otro también. Se trata, no hay que olvidarlo, del partido en el poder con el mayor porcentaje de aceptación entre el electorado, no obstante la multitudinaria y muy digna concentración del domingo previo para refutar el llamado Plan B.

Según el tracking presidencial que cada día publica El Economista, y que realiza la empresa Mitofsky, el presidente López Obrador tiene un nivel de aprobación de 63 por ciento, lo que hace suponer que los obuses que la oposición ha dirigido para pegar en la línea de flotación del tabasqueño le han hecho lo que el viento a Juárez.

No es la misma rentabilidad la que se tiene en Puebla, empero. El gobernador Céspedes Peregrina ha hecho lo propio para mantener el proyecto de la izquierda a flote en una entidad marcada por su proclividad al conservadurismo, por lo que no podrá echar las campanas al vuelo aún.

Pronto llegará el momento de las definiciones. Antes, incluso, del antepenúltimo mes de este 2023 para conocer el nombre del competidor en la sucesión de 2024, cuya definición pasará por alguno de los perfiles de Morena que estarán esta mañana en el territorio poblano.

Entre la visita de este miércoles de Sheinbaum Pardo y López Hernández, y el plazo previsto para conocer el nombre del competidor para suceder a quien en las urnas obtuvo el triunfo en 2018 y luego en 2019, hay apenas 210 días. Se trata de un plazo decisivo para el que no existe postergación.

Son múltiples las lecturas antes de la llegada de los presidenciables; más habrá aún en un periodo perentorio. El tiempo corre inexorable.

 

@FerMaldonadoMX