“Hemos roto el ciclo del agua, destruido ecosistemas y contaminado las aguas subterráneas”, advirtió el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en la apertura de la conferencia de Naciones Unidas sobre el agua en Nueva York, la primera en casi medio siglo.

Guterres también recordó que casi “tres de cuatro desastres naturales están relacionados con el agua”. En el informe conjunto realizado por ONU-Agua y Unesco, los autores alertan del “riesgo inminente de una crisis mundial del agua”.

“Si no se hace nada, entre 40 y 50% de la población seguirá sin tener acceso a servicios de saneamiento y cerca del 20-25% al agua potable”, explica el autor principal Richard Connor.

FINANCIAMIENTO Y CONSECUENCIAS

Las dificultades se agravan con el impacto del calentamiento global. La agricultura absorbe el 72% del agua. En regiones como América Central, El Caribe, Sudamérica y Asia, las extracciones de agua aumentaron.

10% de la población mundial vive en países donde la disponibilidad del agua alcanzó un nivel alto o crítico. Según el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), “cerca de la mitad de la población mundial” sufre “grave” escasez de agua.

Además, se suma la contaminación que suele deberse a la ausencia o deficiencias de los sistemas de saneamiento, donde 2 mil millones de personas beben agua contaminada por excrementos, lo que les expone a serias enfermedades. Sin olvidar la contaminación de productos farmacéuticos, químicos, pesticidas, microplásticos o nanomateriales.

Los contaminantes amenazan también la naturaleza. Los ecosistemas prestan servicios a la humanidad, ayudan a luchar contra el calentamiento, pero están “entre los más amenazados del mundo”, señala el informe.

“Debemos actuar ya porque la inseguridad relacionada con el agua socava la seguridad alimentaria, la salud, la seguridad energética o el desarrollo urbano y (multiplica) los problemas sociales. Es ahora o nunca: la oportunidad de una generación”, agrega.