Analistas consideran que Emmanuel Macron, presidente de Francia, se encuentra “cada vez más solo” y “reforzó el desprecio” de los franceses, en la entrevista donde rompió el silencio y defendió su reforma de pensiones que espera entre en vigor “a finales de año”.

Macron también calificó de “rebeldes” a los manifestantes que endurecieron las protestas desde que esa impopular medida se adoptó por decreto del polémico artículo 49.3, que permite su adopción sin voto de los diputados, situación que los expertos consideran que beneficiaría a Marine Le Pen, diputada de la Asamblea Nacional Francesa, de cara a 2027.

“Esta reforma es necesaria. No me hace feliz. Hubiera preferido no hacerla”, aseguró el mandatario liberal en una entrevista de 35 minutos en las principales cadenas de televisión, la privada TF1 y la pública France 2, al asumir la “impopularidad” de la medida.

Francia vive un contexto social muy tenso con una ola de protestas, marcadas por la violencia, y su entrevista no parece que vaya a calmar los ánimos, en medio de una nueva jornada de movilización a llamado de los sindicatos.

Sus declaraciones son “un desprecio para las millones de personas que manifiestan”, dijo Philippe Martinez, líder de la Confederación General de Trabajadores (CGT). Macron “ha echado más brasas a un asador bien prendido”, estimó el jefe del Partido Socialista, Olivier Faure.

A las manifestaciones masivas desde enero, se sumó a partir del 7 de marzo una huelga prorrogable en sectores clave como la energía, transportes y un abanico de acciones: basura acumulada en las calles de París, bloqueo de carreteras, puertos, universidades, etcétera.

‘MANIFESTANTES REBELDES’

La tensión explotó cuando Macron y su primera ministra Élisabeth Borne anunciaron su adopción por decreto, ya que temían perder la votación en la Asamblea Nacional.

París y otras ciudades registran cada noche protestas, en las que manifestantes, en su mayoría jóvenes, queman contenedores y otros elementos contra la Policía.

“No toleraremos ningún desbordamiento”, advirtió Macron que calificó de “rebeldes” a estos manifestantes y los comparó con quienes asaltaron el Capitolio en Estados Unidos en 2021 y las instituciones en Brasil en enero.

Las autoridades se encuentran en la mira por cientos de detenciones practicadas, que en la gran mayoría de los casos se saldan con una liberación sin cargos. Amnistía Internacional alertó del “uso excesivo de la fuerza de forma generalizada” y de “las detenciones arbitrarias”.