Fueron casi 276 carpetas de investigación que se iniciaron por parte de la administración de Miguel Barbosa Huerta en contra de funcionarios del pasado morenovallista y hasta de su gobierno. Fue un gobierno en el que si no te alineabas a su favor estabas en su contra.
Muchas de sus acusaciones, sin duda, contenían mucho de verdad. El problema es que se generó un régimen de terror en el que era mejor vivir con miedo que opinar libremente.
Afortunadamente eso ya cambió.
El sábado fue un ejemplo de ello: en Casa Puebla, en una comida organizada por parte del gobernador para el canciller Marcelo Ebrard, apareció tranquilamente Ignacio Mier Velasco que exactamente hace un año fue perseguido por el barbosismo.
Más tarde, Alejandro Armenta Mier estuvo en la inauguración de las oficinas de Relaciones Exteriores en Tepeaca.
Ambas escenas eran impensables en el pasado reciente.
Hemos visto a Julio Huerta y a Olivia Salomón en actos públicos y claves para temas políticos. Nadie se puede quejar que no se le ha tratado de la misma forma. El gobierno de Sergio Salomón ha sido demasiado cuidadoso y prudente con todos los que aspiran a sucederlo.
En cambio, Barbosa envió todo tipo de armamento en contra de Ignacio Mier.
Mientras ejercía el poder el oriundo de Zinacatepec, se dijo de todo en contra de Mier. Encarcelaron a su socio Rueda y a Francisco Romero, uno de sus simpatizantes que trabajaba en la Auditoría Superior del estado.
Hasta este día, han sido liberados cuatro de los perseguidos por Miguel Barbosa, y aunque esa parte no le toca a Sergio Salomón Céspedes, pues es un tema meramente del ámbito judicial, tampoco hay cacería ni persecución para que no salgan de la cárcel.
La primera liberación más llamativa fue la de Guillermo Aréchiga Santamaría, quien, cuando fue despedido de la secretaría de Movilidad y Transporte fue con todo y policías estatales. Incautando computadoras y con el uso de la fuerza pública.
Ayer por la mañana, nos enteramos del caso de Alfonso Siriako Guillen, quien por fin salió de prisión y aunque tiene medidas cautelares como no salir de Puebla, al menos ya puede seguir su juicio desde su casa, sin la presión que generan las rejas.
En días pasados, Jorge Estefan Chidiac otorgó el perdón a Arturo Rueda, quien fue acusado por el diputado local, como parte de los tiempos pacificadores que se viven en la era salomónica. Se espera que en cualquier momento Rueda salga de prisión.
Hubo periodistas que fueron denunciados por no coincidir con el barbosismo o que les cayeron auditorías a sus cuentas.
Por ello, es que ahora ya muchos actores políticos aparecen con Alejandro Armenta o con Ignacio Mier sin miedo a ser exhibidos en una mañanera o en algún espacio periodístico que aún controlen los emisarios del pasado reciente.
Ayer nos enteramos de que Sergio Salomón subió en la aceptación de sus gobernados, según la encuesta Mitofsky y eso se debe a que ya se vive una primavera de Praga.
Son nuevos tiempos que aún hay gente no ha sabido entender.