24 Horas Puebla

Aunque Rafael Moreno Valle ya no vive, las consecuencias de sus acciones ysus omisiones las seguimos pagando.

Veamos casos en concreto:

  1. El pasado 12 de abril, la secretaria de Finanzas María Teresa Castro Corro anunció que se pagó un adeudo de 2 mil 700 millones de pesos porque el exgobernador panista decidió no devolver 600 millones de pesos al SAT y contrató a un despacho jurídico llamado Sistemas Lac que cobraba mensualmente 30 millones de pesos.
  2. Por las obras del Museo Internacional Barroco, el CIS y la planta automotriz Audi se deben 5 mil 589 millones de pesos al corte de diciembre del 2022. Si sumamos el adeudo del Soapap que tiene con Banobras y que no ha cubierto la concesionaria del agua, como se prometió, estaríamos hablando de 7 mil 600 millones de pesos aproximadamente.
  3. Ayer por la mañana, el gobernador Céspedes denunció que la forma de operar del morenovallismo era a través de la evasión fiscal.
  4. En una entrevista concedida a este medio, Fernando Manzanilla reveló en estas páginas que fue en el sexenio de Enrique Peña Nieto que se abrieron despachos jurídicos para las entidades federativas que gestionaban o litigaban temas ante el SAT. Esta declaración confirma lo publicado en otro diario (Hipócrita Lector) en el que señalaban al ex secretario de Hacienda, Luis Videgaray, de promover a ese tipo de firmas jurídicas para los estados.
  5. Falta ver el tema de las facturas falsas y las empresas que se contrataron en ese sexenio. Hubo muchísimas investigaciones sobre empresas falsas o de compañías que cobraban tan solo el cuatro por ciento para lavar el dinero del gobierno estatal.

Si algo sabía Moreno Valle era para que servía el dinero.

Cuenta un ex operador de Movilidad y Transporte, que a los inspectores de las rutas y camiones de toda la entidad se les pedían diez pesos diarios. Si tomamos que eran en ese momento 25 mil unidades de transporte era diario, 250 mil pesos en un día, a la semana eran un millón 750 mil pesos, al mes era un total de 7 millones de pesos y al año eran 84 millones de pesos.

Si tomamos en cuenta que ese sexenio duró ocho años, por la complicidad y sumisión de Tony Gali, estaríamos hablando que en total se ganaron por esos diez pesitos al día, un total de 672 millones de pesos en ese lapso.

¿Cómo se usó ese dinero? ¿Dónde se invirtió? Nadie lo sabe, porque como bien dicen los judíos: “el dinero en efectivo que lo ignora el fisco es inexistente”.

Lo cierto es que se compraron políticos, líderes, periodistas, incluso algunos que se decían críticos.Se armaron campañas electorales millonarias. Se movió la entidad como un patrimonio personal.

La lógica morenovallista era la misma de Hank González: haz obra que algo sobra.

El problema es que aunque eso ya quedó en el pasado, hoy sufrimos la resaca de la borrachera del poder. “Si en la borrachera te ofendí, en la cruda me sales debiendo”, dice el clásico. Y sí, qué necesidad de liquidar con el triple los adeudos fiscales que se negaron a pagar.  De qué sirvió confrontar tanto a una sociedad y saquear tanto si al final no se obtuvo nada.