Al licenciado Pitirijas, conocido por sacar de la cárcel a un líder de los pepenadores que había hecho negocios turbios con un conocido munícipe, se le ocurrió un día que podría ser candidato a la gubernatura de Puebla.
—¡Como chingado no!, —se dijo así mismo.
Y organizó, primero un desayuno, con los chicos de la prensa, pero antes le habló al periodista Porquillo. Lo invitó a comer unos camarones para pelar y unas cervezas bien frías, pa’ la calor.
—¿Cómo ve,Porquillo?, aquí traigo mis encuestas que me hizo el licenciado Pepito el de Más Chafa y ¿qué cree?Voy ganando. El gobernador me quiere. El presidente me saluda y lo saludo cada que viene a Puebla. Hay que armar algo con los compañeros.Usted los conoce bien, Porquillo. Y de los empresarios, bueno ¿qué le digo, mi buen Porquillo?, nomás les recuerdo cuántas veces los he sacado de la cárcel o liberado de algún alcoholímetro. Esos no son de doble moral, tienen hasta cuatro.
El periodista metido a operador político le responde a Pitirijas: “Claro que sí, pues mire a los de la prensa nomás con unos huevos con jamón,un café y con un apoyito para la gasolina,con eso ya sale”.
—¿Y de cuánto hablamos, Porquillo?
—Pues a ver… dos más dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho, 16… más lo del restaurante, el taxi, para la columna de aquel… pues yo creo que con un quinientón ya la armamos, mi líder. Y debe ser por adela.
El licenciado Pitirijas abrió los ojos y dijo: “¿No habrá algo más baratito?”.
—A menos que no le demos a los columnistas.
—Esos cabrones. Parecen presidentes municipales. Parecen pelones de hospicio cuando llegan a repartir tortas. No, mire,algo más decente. Un café con pan. Luego andan todos llenos de lombrices. Mire, Porquillo, mi comadre Petrita hace unas conchitas bien sabrosas.
Y así, Porquillo convoca a la prensa. Esta se bebe su café y se come una concha dura. Lleva a sus respectivas redacciones la información que Pitirijas quiere ser candidato.
Porquillo reparte algunos sobres con algunos columnistas—con el conocido pellizco del diez por ciento, of course—.
No falta la columna política que sale a decir: “Pitirijas levanta la mano”. “Gran trabajo de Pitirijas”. “Pitirijas fue elegido para dar el discurso del día de la torta con natas, sin duda es un mensaje. Ya saben que el gobernador es de símbolos y mensajes”. “Pompa y circunstancia con Pitirijas”.
Y así, tanto Pitirijas como su operador Porquillo, más las encuestas de Más Chafa, planean llegar a la gubernatura.
Si aún sigue leyendo esto y le parece ridículo, bien, pues esa es la realidad que se vive en Puebla cada tres años. Y arrecia cada seis.Desde hace 28 años que me dedico a esto de tundir teclas y cagar tintas, he visto la misma escena una y otra y otra vez.
Ya hay varios periodistas metidos de operadores de candidatos. Ya son casi 12 aspirantes a la gubernatura. Y todos dicen que en sus encuestas van arriba. Y todos dicen que quieren ser diputados. Y todos quieren ser alcaldes y todos son los mismos desde hace treinta años.
Es el mismo buey nada más que revolcado.