El plan propuesto por el presidente republicano de la Cámara de Representantes de EU, Kevin McCarthy, para elevar el techo de la deuda a cambio de recortes en el gasto público, tendría consecuencias negativas para la economía estadounidense, según una nota publicada ayer por Moody’s Analytics.
Según el brazo de investigación de la agencia calificadora, si el borrador propuesto por McCarthy, presentado el 17 de abril, se votara tal como está, conduciría a una caída de 0.6 puntos porcentuales en el crecimiento potencial de EU para 2024, así como a la destrucción de 780 mil puestos de trabajo.
El desempleo alcanzaría el 4.6%, frente al 3.5% de marzo de 2023, frente a un escenario de votación de un nuevo techo incondicional.
Esta segunda opción es la defendida por el presidente estadounidense Joe Biden, quien considera que la deuda estadounidense es consecuencia de las políticas emprendidas por todas las administraciones anteriores y por tanto no puede ser objeto de discusión.
Destacando también que el riesgo de recesión sigue presente en Estados Unidos, Moody’s Analytics estima que el plan, tal como se presenta, “se llevaría a cabo en un momento inoportuno y aumentaría considerablemente el riesgo de tal recesión en la economía”.
“Los recortes presupuestarios planificados son poderosos obstáculos para el crecimiento a corto plazo”, insiste la nota.
Varios analistas han advertido en los últimos días del riesgo de que el muro de la deuda llegue incluso antes de lo previsto, en particular por una recaudación fiscal inferior a la prevista a finales de abril, al término del periodo de declaración de la renta a los Estados Unidos.
Moody’s prevé así un riesgo de impago “posiblemente a principios de junio” y que este riesgo empieza a ser tenido en cuenta por los inversores, como demuestra el coste de los seguros para cubrirse ante un impago de Estados Unidos, como máximo elevado desde 2011.
Sin embargo, el riesgo de impago de la deuda estadounidense, que sería el primero, constituiría “una ruina económica autoinfligida que sería catastrófica”, alerta la Casa Blanca.
A principios de marzo, el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, había subrayado que subir el techo era “la única salida oportuna que nos permite pagar todas nuestras facturas”, subrayando, de lo contrario, el riesgo de consecuencias. “difícil de estimar” pero que “podría ser extremadamente negativo y causar daños a largo plazo”.