Todas las encuestas serias colocan a Morena y a sus aliados a la cabeza en las preferencias preelectorales en todo el país. Esto se debe a la buena aprobación que tiene el presidente López Obrador: más del 60 % — Puebla incluido—; hay estados que la calificación es por arriba del 70%, casi el 80, como Oaxaca, Tabasco y Veracruz.
Y las preguntas obligadas son: ¿Por qué la mayoría de la población aprueba al presidente? ¿No que en las redes sociales la mayoría abomina al Ejecutivo y a sus hijos? ¿No que los medios lo critican por sus “excesos” y por su “mala política” que nos convertirá en Cuba o Venezuela? ¿No que no ha podido con la delincuencia organizada y es aliado de “El Chapo” Guzmán? ¿No que quiere desaparecer al INE y a los organismos autónomos como el INAI?
Pues no.
El presidente AMLO sigue aprobado por la mayoría y su partido sigue a la cabeza. Y vuelvo a preguntar: ¿Por qué? ¿Los mexicanos están totalmente locos, como lo dicen Vicente Fox y Lilly Téllez?quién, por cierto, ganó la Senaduría gracias al voto de esos “locos” que eligieron a Morena.
No. Los motivos son mucho más simples: la mayoría de los que aprueban la gestión de López Obradores por sus programas sociales y porque “él sí apoya”. No le busquen más explicaciones. La gente hoy aprueba al presidente y vota por su partido porque sí llegan las becas para los ninis, los apoyos a los adultos mayores, a madres trabajadoras, becas a estudiantes de bachillerato y universidades públicas.
La oposición que, también tenía programas sociales pero que se desviaban en corrupción (Solidaridad del PRI o Progresa del PAN), siguen más preocupados en atacar a López Obrador por sus iniciativas de ley o por sus conferencias mañaneras, sin entender que la mayoría de la gente sí está contenta por los apoyos sociales y desde luego por cómo habla o cómo se expresa el presidente.
El resultado de este conjunto de factores es que la mayoría de los ciudadanos votaría por Morena si hoy fueran las elecciones presidenciales. Aunque López Obrador ya no vaya en la boleta, pero sí en el subconsciente colectivo de los votantes.
En serio, si hoy fueran las elecciones, Morena ganaría cómodamente. Sólo falta ver si los pleitos internos de Morena no afectan estas preferencias y provocan la salida de enojados porque no les tocó una candidatura, pero definitivamente no cambian las tendencias, ni a nivel nacional, o sea un berrinchudo que se salga de Morena no gana solito una elección, por más que crea que él es el más popular.
Como hemos dicho también otras ocasiones, el proceso interno de Morena será, pues, mucho más conflictivo que la propia elección constitucional.
¿Y la oposición? Ocupada viendo cómo Lilly Téllez o Vicente Fox dicen puntadas.
En serio, desarmada y sin liderazgos reales.