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La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) retiró la recomendación que impuso a México en marzo de este año, con la que suspendía todo intercambio comercial de especies incluidas en los apéndices de la convención.

El organismo emitió su resolución, tras la visita de la delegación mexicana, integrada por funcionarios de las secretarías de Agricultura, Marina, Relaciones Exteriores y Medio Ambiente que el Gobierno de México envió a Ginebra, donde se encontró con representantes de la Convención, entre el 27 y el 30 de marzo.

“El personal de la Secretaría trabajó en estrecha colaboración con los representantes mexicanos en la revisión y elaboración del plan de acción para el cumplimiento sobre la totoaba (Totoaba macdonaldi)”, puede leerse en el documento.

Fue hasta el pasado 7 de abril que la Cites, al recibir de parte de México un nuevo plan de acción para el cumplimiento, revisado y actualizado, dio cuenta de que éste sí contenía todos los elementos esenciales requeridos.

De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), entre las metas de este nuevo plan se destacan: “instalar videovigilancia de largo alcance, mantener señalizada la Zona de Cero Tolerancia (Zo), intensificar patrullajes marítimos, terrestres y aéreos, destruir redes encontradas en la Zo, capacitar a autoridades para reconocer partes y derivados de totoaba, desarrollar y poner en marcha el programa de artes alternativas y el programa de marcaje y equipos de pesca para embarcaciones menores, monitorear la población de vaquita marina, entre otros”.

La insuficiencia del primer plan de acción de las autoridades mexicanas para con la totoaba fue el que, bajo los estándares de la Convención, ocasionó la Notificación a las Partes No. 2023/037 y su consecuente recomendación de suspensión comercial el 27 de marzo, pues la fecha límite para presentar un adecuado era el 28 de febrero de 2023.

La noticia viene a calmar las preocupaciones de granjeros, criadores, veterinarios y biólogos, cuyas actividades económicas tienen como base alguna de las especies enlistadas en los Apéndices de la Cites, pues habían advertido una pérdida millonaria si se mantenía la sanción.

 

Reportera: Valeria Chaparro