La imprudencia de Cotoñeto
Erick Cotoñeto Carmona ya es una estrella más del armentismo, dejó a un lado el autodenominado legado barbosista para dar el beso del diablo. Ayer, el dueño del bar La Imprudencia, de Zacatlán, que fue clausurado por policías de la región porque presuntamente encontraron armas en dicho tugurio, se presentó como matraquero oficial del senador, quien alguna vez quiso inyectar miel a las venitas del difunto Barbosa.
¿Quién es Cotoñeto? Su carrera política es digna de estudio: comenzó como velador y conserje del PRD. Tenía especialidad en jabón Roma, uso de amoniaco, vinagre de manzana y trapeadores. Desde su posición, sirvió de espía para Barbosa cuando era dirigente. Miguel Barbosa le pagó su lealtad hasta que hace un año lo corrió a él y a toda su gente porque hubo algunos presuntos manejos extraños en la estructura de Morena y en la SEP. Barbosa al final lo protegió, pues no pasó más que una noche en la Fiscalía. Hoy está de vuelta.
¿Será que ahora dé clases a los armentistas sobre cómo usar el Maestro Limpio y por qué es bueno lavar el piso con Fabuloso, en su aroma a Lavanda?
¿Será?
Alcántara se dobla
El diputado Eduardo Alcántara, al final, sí ofreció disculpas públicas a Erika de la Vega porque supuestamente le pidió sexo y dinero a cambio de una candidatura. En El Yunque deben estar felices con la acción del diputado poblano, porque más allá de la legítima denuncia de la cholulteca, quienes aprovecharon el escándalo fueron los propios panistas ligados a la ultraderecha. Como se ha dicho en este espacio, se espera que asesoren a la víctima para que se judicialice la carpeta y se proceda penalmente contra el yerno de la alcaldesa de Cholula.
Sólo le queda una velita prendida al diputado local: el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
El caso se complica más, cada vez, y ha provocado una división (¿otra?) en el panismo local.
Aquí las preguntas son: ¿qué será lo que diga el máximo órgano? ¿Será que Alcántara desaparecerá un rato del mapa?
¿Será?