Será
El gurú, la exprincesa y la sentencia
El gurú está amuinado porque a la exprincesa de Palacio la mandaron a comparecer ante la justicia por discriminación, y con ese caso abierto aún no puede ser la candidata a la gubernatura, pese a que ella jura que será la electa y su reino no tendrá fin. El tema no es menor, porque de encontrarse culpable tendría que ir a prisión.
El gurú, muy valiente en su cuenta de Twitter, retó a un periodista que ha criticado a la exprincesa y le ha dado voz a la abogada que, supuestamente, fue discriminada. El gurú se leía desquiciado, pese a que habla y da cursos de cómo conectar con su “yo interno”, de respirar, de dejar fluir.
¿En qué acabará esta guerra? ¿Será que para lograr la paz termine como el Dalai Lama?, ¿con una chupadita de lengua y ahí muere?
¿Será?
La delegación, divino tesoro
Es cierto, Rodrigo Abdala anda muy saludador: “¿Qué pasó, manito?”, dice tras soltar el tan necesario abrazo de caguamoa su interlocutor. “Manito, por aquí”, “manito, por allá”. Sonríe, para todo está sonriendo. Trae la mirada de un niño después de hacer una travesura. Esa que oculta un gran secreto.Esa que te comunica que él sabe, pero no lo puede decir.
Desde la muerte de Miguel Barbosa, ha aparecido por todos lados: Casa Puebla, durante el festejo de los primeros 100 días del comandante Doble Ese, y cuando vino Marcelo Ebrard a Puebla. Y hasta sus viejos críticos les estrecha la mano de forma muy atenta y los abraza como si fueran sus grandes cuates. Nada que ver con el pasado, en que se veía cansado, ojeroso, harto, errático y era criticado por los barbosistas.
¿Será que sabe algo que nadie sabe? ¿Será que yo sólo sé que no sé nada? ¿Será que conoce el destino de las Palabras Mayores?
¿Será?
El papelazo del año
Ahora, ¿cómo quedarán periodistas, influencers, tuiteros, una vez que salió López Obrador explicando su estado de salud? Desde el domingo por la noche y hasta el miércoles por la mañana, hubo quien dijo que estaba muerto, andaba de parranda o hasta tenía parálisis corporal. Total que su credibilidad terminó por los suelos.
¿Será?