Con 50 puntos y 7 triples, Stephen Curry firmó el domingo una actuación de leyenda para que los Golden State Warriors salieran con vida del partido definitivo de la primera ronda ante los Sacramento Kings, mientras los Heat arrancaron con un triunfo su serie ante Knicks.
Los Warriors, vigentes campeones de la NBA, evitaron la eliminación con un triunfo 120-100 en Sacramento y se citaron para unas apasionantes semifinales de la Conferencia Oeste ante Los Angeles Lakers de LeBron James.
En una de las exhibiciones más asombrosas de su carrera, Stephen Curry fue capaz de batir su récord de anotación en playofs con 50 puntos, una marca que ningún jugador en la historia había alcanzado en el séptimo partido de una eliminatoria.
“Tan solo intenté buscar tiros pronto. Quería también activar a mis compañeros pero cuando yo busco tiros, creo que normalmente funciona a nuestro favor”, declaró Curry, a quien se le preguntó en la rueda de prensa si cree que existe alguien que pueda frenarle.
“Esperemos no averiguarlo nunca”, respondió el base, de 35 años.
Curry, ganador de cuatro anillos desde 2015 como líder de la dinastía de Warriors, logró la marca con una serie de 20/38 en tiros de campo y le agregó también 8 rebotes y 6 asistencias.
Su recital llegó cuando más lo necesitaba Golden State, que finiquitó la serie por un global de 4-3 y evitó ser el octavo campeón vigente que cae eliminado en primera ronda.
“No me sorprende. Todos lo damos por sentado porque es brillante noche tras noche y hemos estado viendo esto durante diez años. Pero de vez en cuando nos tenemos que recordar a nosotros mismos que es uno de los más grandes en la historia de este juego”, declaró el técnico de Warriors, Steve Kerr.
“Sentía lo mismo durante mis tiempos de jugador con Michael Jordan”, comparó Kerr, exjugador de los Chicago Bulls.
“Este es un séptimo partido que siempre recordaré como el partido de Steph Curry”, resumió el escolta Klay Thompson antes de recordar que su equipo tiene “ADN de campeón”.
Los Kings, que jugaban sus primeros playofs desde 2006, dominaron el marcador en la primera mitad pero tras el descanso no encontraron la forma de frenar a Curry y pagaron su menor experiencia en este duelo de franquicias californianas.
“Siempre puedes recordar qué se siente en este tipo de ambientes. Siempre hay nervios porque esto importa, pero amamos estas atmósferas y lo llevamos haciendo durante mucho tiempo”, dijo Curry.
“Definitivamente seremos mejores en el futuro gracias a esta experiencia”, afirmó de su lado el entrenador de los Kings, Mike Brown. “Nuestros chicos están definitivamente dolidos ahora mismo”.
El base De’Aaron Fox se quedó en 16 puntos, con 5/19 en tiros de campo, y la otra figura de Sacramento, Domantas Sabonis, terminó con 22 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias.
– Próximo reto, los Lakers –
Los Warriors habían desperdiciado el viernes la oportunidad de clasificar ante su público y tuvieron que hacer los 140 kilómetros de vuelta a Sacramento para un último duelo a todo a nada.
En la primera mitad, Curry se fajó casi en solitario para evitar que los Kings se despegaran en el marcador de la mano de Domantas Sabonis, que se fue al descanso con 16 puntos.
Tras el descanso, Curry comenzó a desplegar toda su magia con varias canastas y triples inverosímiles.
La inspiración del base dio alas a Golden State para tomar una ligera ventaja en el tercer cuarto que defendieron a uñas y dientes.
El pívot Kevon Looney fue el alma de esa resistencia hasta terminar con un fabuloso registro de 11 puntos y 21 rebotes, 11 de ellos ofensivos.
Los Warriors despegaron hasta tener una ventaja máxima de 24 puntos y celebraron el triunfo con más alivio que alegría.
Golden State chocará desde el martes con los Lakers de LeBron James, la superestrella a la que enfrentaron en cuatro Finales seguidas entre 2015 y 2018 cuando ‘King James’ jugaba en Cleveland.
“Esto es especial desde la primera serie que jugamos contra él en Cleveland”, dijo Curry. “Tenemos la bendición de seguir jugando a este nivel y estamos emocionados con este nuevo capítulo”.