24 Horas Puebla

Arrecia la guerra en el PAN

El fin de semana pasado aparecieron bardas pintadas en Atlixco, en las que piden que sea encarcelada Genoveva Huerta Villegas. “Cárcel contra Genoveva”, se lee.  El tema no es menor, pues la semana pasada el Consejo Estatal del PAN y su dirigente Augusta Díaz de Rivera quieren, además de auditar la gestión de la diputada federal, expulsarla de su partido.

¿De quién fue la mano negra detrás de estas bardas? ¿Es cierto, entonces, que sí hay una campaña de persecución como lo denunció la diputada federal? ¿Qué pasaría si algún militante que le fallen los cables cerebrales se calienta y atenta contra la legisladora? No es exageración, hay gente muy dañada en estos tiempos. Nos cuesta trabajo creer que Augusta Díaz de Rivera sea parte de esa propaganda oscura. ¿Será que aclare esto la dirección estatal? ¿Será que hagan mutis? Porque o fueron militantes del PAN o fueron sus adversarios que hicieron las pintas para exhibirlos.

¿Será?

El que obedece sí se equivoca

Y ya que hablamos de panistas, es un hecho que El Yunque se apropió nuevamente de la estructura albiazul, por eso es una oposición tan chata, tan simple, tan anodina. Hoy por hoy, tiene más poder Francisco Emmelhainz y Antonio Sánchez Díaz de Rivera que su lideresa. Como en los viejos tiempos en los que no se movía nada sino se ordenaba desde el interior de la secta. La misma que jugaba en las elecciones a perder, pero a controlar al PAN.

Perdían, pero a cambio conseguían obra pública del gobierno. El Yunque se destacó por utilizar a las personas como objetos, no como sujetos, cuando le es útil apoya a su gente, cuando no, les da la espalda y los abandona. El que obedece no se equivoca. Hoy por hoy, el responsable de lo que ocurre en el panismo es dicha organización clandestina.

¿Será que los que quieran un puesto de elección tendrán que ir a besar las reliquias, entre ellas El Santo Prepucio? ¿Será que nuevamente entreguen a sus cuadros a cambio de obras, pero ahora con Morena?

¿Será?