La noticia de que la venta general de boletos para ver a Luis Miguel se anticiparía, movilizó a sus seguidores hasta la taquilla de la Arena CDMX para intentar ser uno de los miles de afortunados en ver a su ídolo de regreso en los escenarios, ello generó gritos de emoción y hasta golpes frente al recinto.

Ni los estratosféricos precios ni los nubarrones que amenazaban lluvia detuvieron a la señora Araceli, quien se dijo “fan de Luis Miguel desde los 12 años”, comentó a 24 HORAS.

“Pasé por la mañana y vi que había gente formada, preguntamos y nos dijeron que la fecha era en línea con tarjeta de crédito pero más tarde vimos que sí habría venta al público con cualquier tarjeta y hasta en efectivo y nos vinimos a formar como a las 13:30”, contó la señora, quien ocupaba uno de los primeros lugares en la inesperada fila.

Mientras los minutos transcurrían, la fila se extendió cada vez más sobre la banqueta de la Avenida de las Granjas en la alcaldía Azcapotzalco.

“Nos enteramos por Facebook que ya los iban a liberar para venta al público en general. Venimos a comprar los boletos más adelante para que valga la pena. A mi esposa le encanta Luis Miguel“, declaró Luis Enrique Juárez, quien al final no consiguió boletos a pesar de haber llegado alrededor de las 14:00 horas de este martes.

Previo a la venta de los boletos para las fechas del 21, 22 y 24 de noviembre, uno de los vendedores de taquilla pidió que si entre los presentes se encontraba alguien que quisiera comprar boletos para otro evento, podía pasar directamente a la ventanilla uno y ante la falta de caso a la indicación alguien gritó “solo importa El sol”.

Las 15:00 horas marcaron el plazo para que iniciara la tan ansiada venta general al público y la gente ocupó las 10 ventanillas de la taquilla con la esperanza de ver al intérprete.

Una de las primeras compradoras en adquirir sus boletos fue la señora Giovanna, quien adquirió seis, el máximo permitido por persona y por tarjeta.

“Yo no traté de buscarlos en línea, me parece que es un caos por tanta gente que hay. La espera fue larga y fue un suspenso. Quería boletos más adelante pero ya no encontré”, destacó feliz con sus entradas en la mano.

Rostros de felicidad salían uno a uno desde las ventanillas durante las primeras decenas de minutos, pero bastó que pasara poco menos de media hora para que expresiones de preocupación cambiarán la atmósfera del lugar.

Mientras los monitores mostraban la escasez de boletaje y que existían uno o dos lugares disponibles para cada locación, un sujeto aprovechó para meterse hasta adelante de la fila para preguntar aparentemente, sin embargo, aprovechó la más mínima oportunidad para intentar comprar.

“Fuera, fuera”, le gritaron. De inmediato otro asistente lo confrontó y llegaron a los golpes de manera inminente. Por suerte para quienes habían respetado el orden, el presunto revendedor se fue con las manos vacías.

Cabe destacar que hubo ausencia de elementos de seguridad tanto del lugar como de la Policía capitalina, los cuales llegaron luego de lo sucedido.

Los minutos transcurrían y los boletos se agotaban. “Ya no hay boletos juntos, apenas se encuentran en lugares separados”, declararon algunos asistentes.

Finalmente, ante el anunció poco deseado de que los boletos se agotaron, los taquilleros cerraron las ventanillas y pusieron el anuncio en sus pantallas.

Ésto no tiró el sueño por volver a ver salir al Sol, pues los compradores permanecieron firmes en su lugar con esperanza de una nueva fecha que les permita presenciar en vivo al intérprete.