24 Horas Puebla

Cuando Sergio Salomón Céspedes Peregrina cumplió sus primeros 100 días como mandatario se anunció con bombo y platillo un nuevo y salomónico estilo de gobernar: se acabaron persecuciones, carpetas de investigación con tintes políticos, auditorías a los enemigos del régimen, la censura y los vetos.

Desde su llegada fue piso parejo para todos, todas y todes.

Nadie deberá quejarse pues ya se reunió con Claudia Rivera, Rodrigo Abdala, Alejandro Armenta, Ignacio Mier, Olivia Salomón y Julio Huerta. Ha sido respetuoso con Eduardo Rivera y hasta lo convocó, recientemente, a una de sus conferencias de prensa mañaneras.

Hasta hace un año eso era impensable.

Hoy, los pocos odiadores del gobernador —porque esta vez ya son muy pocos—, entre ellos, algunos trasnochados, gente que ya carece de poder y dos o tres periodistas sin brújula se quedaron sin argumentos para sus guerras de lodo.

Ayer, el gobernador presentó lo que será su gran legado para Puebla: la nueva Ciudad Universitaria en la zona de Valsequillo. Fue una sorpresa el anuncio que hizo con la rectora de la máxima casa de estudios, nadie la esperaba.

En menos de cinco meses, el gobernador ha presentado los siguientes planes de obra: la nueva ruta 4; una nueva central camionera; la nueva sede del nuevo Congreso del estado y finalmente, la nueva casa para los Lobos BUAP.

Después de todo lo convulso que ha ocurrido con Puebla, pues desde que salió Rafael Moreno Valle del gobierno no ha existido una obra o un legado, pues Tony Gali dilapidó su administración y mejor se puso a cantar y a que le dijeran que era un góber terrenal.

Marta Erika Alonso tuvo un trágico final, aquel diciembre de 2018. Guillermo Pacheco Pulido fue un mandatario cuyo legado se enfocó en tranquilizar las aguas y preparar la elección estatal.

Miguel Barbosa se dedicó a combatir la corrupción, creó una ley para el Poder Judicial y no hizo ninguna obra por lo que se le recuerde en concreto. Cuando se habla de Barbosa solo se sabe que se peleó hasta con el rector de la BUAP, Alfonso Esparza y encarceló a funcionarios de su administración y de las pasadas.

Hoy las cosas ya cambiaron radicalmente.

Se respira paz, no hay amenazas, no hay preocupaciones.

Sello de Céspedes

Fue en 1968 cuando el gobernador Aaron Merino Fernández adquirió los terrenos de San Manuel, en donde se celebraba la Feria del Hogar, a la familia López Blúmenkron, quienes eran los terratenientes de esa demarcación.

Ahí se construyó Ciudad Universitaria en donde ahora están, no sólo la mayoría de las facultades de la casa de estudios, sino hasta la Biblioteca Central, el estadio de los Lobos BUAP y el edificio de Rectoría. Un jardín botánico y un sistema de transporte muy funcional para académicos y estudiantes.

Han pasado 55 años para que se dé un nuevo banderazo a una nueva sede para beneficio de los Lobos BUAP, un legado que será recordado como el que hizo Merino Fernández y que ahora será 100 por ciento salomónico y con la gran habilidad de Lilia Cedillo para gestionar dicha obra.

Al final, el poder es pasajero, pero la obra quedará para beneficio de miles y miles de poblanos y ese llevará el sello del estilo salomónico de gobernar.