24 Horas Puebla

Esta historia inicia con un mensaje de Whatsapp:

Bro. Necesito verte, es que traemos un tema con tu amigo, bro.

—Claro que sí, bro. Tú dime dónde, bro.

Ambos personajes se quedan de ver en un café en la 43 Poniente.

Bro, mi  bro. Oye el amigo es quien va a arriba en las encuestas y mira te muestro aquí unas que mandamos a hacer con “Pepe Cucharas”, ya ves que nunca se equivoca, siempre le atina. Y mira aquí dice que tu amigo va arriba 10 puntos. Ya es inalcanzable. Ni con toda la cargada. El presidente pues ya lo ve bien y eso que dicen de él, no es cierto, mira:

El personero del precandidato le muestra un celular y le enseña unas capturas de pantallas en las que dice la palabra “Bro”.

El periodista abre los ojos y dice “no, pues ya es él”, pinche “Bro”.

Saliendo de la reunión a la hora de despedirse en el estacionamiento, el personero le saca un sobre color amarillo y se lo coloca en el saco del periodista. Ahí mi amigo te manda a decir que está agradecido, bro.

—Gracias, bro.

—De nada, bro.

—Oye sí pesa, bro. No me lo rasuraste, bro.

—¿Qué pasó, mi bro?

Ambos bros., ríen.

El periodista se mete al coche, lo arranca y mientras maneja se detiene mientras piensa “a ver cuánto me mandó porque es bien codo. Mil, dos mil, 10 mil… ah ok… ya salió para unas carnitas, unas cheves y un jacuzzi”.

Total, que el periodista metido en su papel de bro le habla a sus otros bros y les dice que ya llegó la pinche señal, que no se equivoquen. Uno de ellos le reclama que por su culpa se había quemado porque candidateó a María Luisa Albores. “La vez pasada, bro. No la chingues, bro, en serio, bro. Yo escribí que era mujer y que María Luisa sería la favorita porque ella uniría a los primos, bro. Y ve como quedé”.

El periodista, quien ya había cobrado, les muestra el celular a sus incrédulos colegas.

—¿Quieren pruebas?

—¡Sí, bro!, —respondieron al unísono.

El de la voz les muestra la pantalla que dice un mensaje:

Bro.

—Ah no pus’ sí; así ya cambia la cosa, —dice uno.

—Caray, mi bro, pensé que ibas a salir con una de tus jaladas.

Todos brindan.

El nuevo prospecto se cae. Nunca llegó. Las encuestas de “Pepe Cucharas” fallaron, otra vez. Y esto es un claro ejemplo de lo que vivimos todos los días en las columnas políticas, con el famosísimo: “no pierdan de vista a…”, “va a ser mujer”, “El bro es quien tiene los mejores números a la… nadie lo alcanza”, en una medición todos apoyan al Bro.

De aquí hasta que el verdadero abanderado salga vencedor.

Nota Bene: Aún no hay definición de la palabra bro. Pero es como el espíritu santo, no se ve pero se siente.