La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) invirtió 12.7 millones de pesos en la compra de caballos purasangre en 2022, debido a que ha perdido la capacidad de producir equinos de alta calidad para desfiles, competencias ecuestres y terapia.
La justificación del gasto presentada a Hacienda por la Sedena (mediante la cartera 22071160006, indica que los caballos ya no se utilizan en misiones armadas, pero sí forman parte de una tradición de la caballería en México.
Lo anterior, de acuerdo con el Avance Físico y Financiero de los Proyectos de Inversión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) al cuarto trimestre de 2022.
Y es que el arma de caballería ha estado presente en diversos hitos de la historia nacional, desde el Regimiento de Dragones de la Reina, comandado por el independentista Ignacio Allende, los Coraceros de Tulancingo y los Lanceros de Jalisco, hasta los ejércitos revolucionarios que la utilizaban como medio de transporte y ataque.
Para este rubro, la Defensa Nacional planeaba gastar un total de 28.2 millones de pesos, de acuerdo al reporte de Hacienda, pero entre enero y diciembre de 2022 sólo invirtió más de 12 millones de pesos en la compra de los equinos.
En su justificación, la Sedena señala que cinco de sus caballos de ese tipo alcanzaron la edad en que no son útiles y su manutención cuesta 2.5 millones de pesos al año, por lo que pasarían a ser subastados y reemplazados.
“Hay un problema real en la capacidad y calidad de la reproducción de los caballos deportivos de alto rendimiento, que ocasiona que la crianza se complique provocando daños a los equinos y eventualmente, la disminución de activos biológicos del Ejército Mexicano disponibles”, explicó.
“Los equinos son de gran importancia para el Ejército, de manera especial el ganado caballar, que resulta en uno de los animales históricamente ligados al desarrollo de las actividades militares”, indica el texto.
La Defensa Nacional señaló que las direcciones de Caballería y Sanidad se encargan de la preservación y cuidado de esos animales.
El documento afirma que, aunque ya no es común su uso, una de las tareas de la Caballería es “brindar posibilidades de acción para los caballos, ya sea en misiones directas del Ejército, como su utilización en terrenos restrictivos para el uso de vehículos, como animales de terapia o en condiciones menos imprescindibles que tienen que ver con la identidad”.
El diagnóstico es que “al modernizarse las técnicas de batalla, la caballería tradicional, la cual usaba los caballos como parte de las armas militares, fue dejada de lado”.
Según el Ejército, “el desarrollo tecnológico ayudó a la modificación de las técnicas, al actualizarse tanto los instrumentos y la forma de confrontar, la caballería tuvo que dar un paso hacia la mimetización y aceptación de lo moderno, lo que contemplaba que los caballos ya no eran funcionales para ningún tipo de estrategia militar”.
En la actualidad, las unidades de caballería de la Defensa Nacional solo “utilizan el nombre, pero sus misiones deben cumplirlas con automotores y vehículos de guerra”.
Sin embargo, la Sedena señala que la inversión en los equinos “debe seguir porque se muestran como animales que se utilizan estéticamente para la exhibición del arma de caballería y de alto rendimiento deportivo para participar en concursos y eventos ecuestres, los cuales terminan por ser la actividad principal, así como en la participación de desfiles y ceremonias militares que intentan recrear los acontecimientos históricos de México o cualquier muestra del Ejército hacia la población civil”.
Además, “con la ejecución del proyecto se generarán 192 empleos directos entre cuidadores, veterinarios, afanadores, adiestradores, domadores, terapeutas, y 30 indirectos, entre proveedores, distribuidores y ayudantes”.
El documento indica que la compra total sería de dos yeguas y cuatro caballos, los cuales se utilizarían para un programa de reproducción que no debe verse como “una mercancía, sino que sólo será en sentido de conservar a los equinos, según sus características como parte de la identidad del Ejército”.
Con la inversión superior a 12 millones de pesos se desconoce cuántos ejemplares se adquirieron, pues el plan original era invertir más de 28 millones.
Al respecto, el diputado federal por Movimiento Ciudadano, Sergio Barrera Sepulveda, secretario de la Comisión de Defensa Nacional, señaló que “siendo la caballería una tradición por parte de esta Secretaría de Estado debería de asegurarse que estos equinos se críen en casa”.
“Cierto es que comprar en lugar de criar siempre será más costoso para la propia institución”, destacó en entrevista con este diario.
Sin embargo, señaló que le “parece oneroso que se invierta en tener animales sólo para exhibición, no me parece que sea una necesidad prioritaria en la que tendría que gastar la Sedena”.
Con información de Jorge X. López