Luego de las declaraciones de la exalcaldesa de la capital, Claudia Rivera Vivanco, señalando que hubo “mano negra” del exgobernador, Miguel Barbosa, durante el proceso electoral pasado para que Eduardo Rivera llegara a la alcaldía, el panista desmintió esta acusación.

Este jueves, el presidente municipal actual negó que hubiera injerencia del Gobierno estatal, por el contrario, aseguró que hubo “mano blanca” de la ciudadanía que lo respaldó con 320 mil votos.

“Yo le contestaría de manera muy clara, que no, que hubo mano blanca de 320 mil votos que me llevaron a la presidencia municipal, que me dieron su confianza y que me permiten a mi estar trabajando por el bien de Puebla”, afirmó.

Abundó que los ciudadanos de la capital lo apoyaron en las urnas, siendo esa la única razón que se encuentra al frente de la administración municipal.

Y es que en entrevista con e-consulta, la morenista señaló que ella no era la candidata del exmandatario estatal desde 2018, por lo que acusó de presiones políticas en los dos procesos electorales.