24 Horas Puebla

Teléfono descompuesto

¿Cuál de todas las llamadas “corcholatas poblanas” diario le escribe al celular de Claudia Sheinbaum para darle los buenos días, comentarle lo que hace a nivel local y nacional y casi casi presume que es más 4T que el mismísimo López Obrador? Lo que no sabe o no lo quiere admitir el remitente, es que esos mensajes cuando llegan, los leen, bostezan y no le responden, porque no se lo creen.

Pistas: De un tiempo a la fecha, a como dé lugar, trata de llamar la atención del inquilino de Palacio Nacional. No le gusta que los niños decidan sobre su condición de género y cuando lo afirma en público lo declara como si estuviera hablando un acérrimo militante de Vox.

¿Por qué no le creen? ¿Qué ha hecho o no ha hecho para que le contesten con el “amigo, buenos días y le pongan el emoji de la manita que aprueba? ¿Será que no se ha deslindado de quien lo puso ahí? ¿Será que ya se desesperó? Tampoco es bueno atiborrar los teléfonos de un hombre del poder, porque saben que es muestra de desesperación, ¿o no?

¿Será?

El funambulista del Bienestar

Que en los próximos días quien entrará de lleno a la contienda será el delegado de Bienestar Rodrigo Abdala. Al parecer su estrategia no será ni rayar paredes ni subirse a espectaculares porque tiene claro que eso genera rechazo social y como debe ser cuidadoso con el tema de su puesto y los recursos que maneja tendrá que caminar como equilibrista en el alambre para no ensuciar su trabajo que ha realizado en la delegación que representa, pues un mal paso y puede caer en el abismo.

¿Será que recibió una llamada? ¿Será que le dijeron muévete a ver hasta dónde alcanza? ¿Será que entra en buen momento? Por cierto, en la reinauguración del expalacio de Gobierno, a la que asistió Sheinbaum Pardo, el delegado apareció sentado en primera fila.

¿Será?

¡Cállese, chamaco!

Tremendo sape que le dieron al panista Manuel Herrera por ir a grafitear paredes con su nombre. Cuentan que ni en el ayuntamiento poblano ni en su partido lo respaldaron cuando la semana pasada fue a rayar bardas. Y es que, no es por nada, pero qué papelón hizo el regidorcito mientras su dirigente estatal criticaba a los de Morena, el INE ponía medidas cautelares por promociones adelantadas de campaña y unas semanas antes el propio Eduardo Rivera dijo que sancionarían a quien estuviera pintando por temas preelectorales.

¿Será que hay que ponerle unas orejas de conocido semoviente para que entienda? ¿Será que debe repetir más de cien veces en el pizarrón: “no debo pintar inmuebles, no debo pintar paredes, no debo pintar bardas”, hasta que aprenda?

¿Será?