Ilse Aguilar

La representante de la Asociación de Periodistas y Escritores de Puebla (Apepac), Claudia Martínez Sánchez señaló que este 7 de junio “no hay nada que celebrar”, pues dijo que en la actualidad los periodistas siguen siendo objeto de actos violentos que vulneran su trabajo.

Durante un evento organizado por la conmemoración del Día de la Libertad de Expresión, destacó que, en menos de un mes, se han registrado siete ataques a periodistas en el estado, el último, el asesinato de Marco Aurelio Ramírez el 23 de mayo en el municipio de Tehuacán.

La comunicadora apuntó que la entidad está de luto desde 2016, cuando el periodista Aurelio Cabrera Campos fue asesinado en la Sierra Norte de Puebla y casi siete años de su muerte, recriminó que la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha esclarecido los hechos. Señaló que ha habido casos donde las mismas autoridades obstaculizan las investigaciones.

En su discurso, acusó al secretario de Gobernación (Segob), Julio Huerta Gómez, de mostrarse indiferente ante los reclamos del gremio, pues dijo que le han informado de los ataques cometidos contra comunicadores desde 2019, cuando Miguel Barbosa Huerta era gobernador y no han tenido respuesta al respecto.

A su vez, el presidente de la APEPAC, Francisco Sánchez Nolasco propuso de cara a la jornada electoral del 2024, el diseño del Protocolo Estatal de Seguridad para Periodistas y modificar el Código Penal para incrementar sanciones a quienes cometan delitos contra periodistas, entre otras demandas.

En su intervención, el gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina se comprometió a garantizar espacios libres, así como protección a los comunicadores para su seguridad e integridad de su persona y sus familias.

El mandatario estatal manifestó su disposición al diálogo sin algún tipo de coacción, pero tampoco anteponiendo las “verdades absolutas”, pues si bien dijo el periodismo no debe servir como altavoz del gobierno, se debe comunicar a la población con responsabilidad.

“Que puedan ver en el gobierno un aliado que protege, pero sobre todo que respeta y con el que pueden tener diálogo y comunicación, sin sometimiento ni algún tipo de coacción, pero basado en una gran realidad, verdades, compromisos y responsabilidad”, aseveró.