24 Horas Puebla

¿A poco usted cree que entre los militantes de Morena poblanos habrá unidad?

¿Sí?

¿En serio?

No pues qué optimista me salió.

Vamos a ser más específicos, porque después de lo ocurrido en Coahuila a lo mejor alguno por ahí sí se me “aberdeja”.

Pongamos un escenario hipotético:

Por fin llega la “pinche señal”.

De Palacio Nacional se determina (la encuesta, sí por supuesto, la encuesta, qué distraído soy) que el candidato a la gubernatura es Ignacio Mier Velazco. Su primo Alejandro Armenta Mier ¿Irá a levantarle la mano y prometer amor eterno a su primacho?

¿Sí?

Qué optimista me salió. Si cuando López Obrador determinó que en 2019 fuera nuevamente Miguel Barbosa Huerta el candidato, Armenta estiró tanto la liga que hasta inyecciones de miel salieron a relucir.

Ahora cambiemos el escenario:  Si de la cabeza de AMLO (perdón, la encuesta) se determina que Armenta Mier es el candidato porque siempre estuvo como el más conocido, ¿a poco su primo Ignacio Mier se sumará, así como así?

Y todo el gasto que hizo la cargada empresarial en espectaculares, bardas, desayunos, acarreos, reuniones, gasolinas ¿ya se perdió? Porque, aunque el IEE contabiliza las pre-pre-pre- precampañas, cuestan muchísimo dinero. Hablamos de millones de pesos y con tantos espectaculares, bueno hagan sus cuentas.

A poco la bufalada empresarial va a decir: “sí claro, ahorita nos vamos con Armenta, pues es por la unidad del partido. Y el partido lo es todo”.

Vamos a suponer, en estos escenarios que el dedo presidencial (okey, okey, las encuestas) dice que sea Rodrigo Abdala, Ignacio Mier va a decir: “pues sí, somos ambos ahijados de Manuel Bartlett” y Alejandro Armenta le llevará unos arbolitos como muestra de amor y sin agujas llenas de miel ni de hiel.

Alejandro Armenta e Ignacio Mier no se soportan.

No se toleran.

Armenta acusa a su primo porque le aventó al periódico Cambio para dañar su imagen y al segundo no se le olvida que los papeles de la Unidad de Inteligencia Financiera fueron proporcionados por el senador.

Así que regresemos a la idea primordial, alguien de aquí se podrá “aberdejar”.

No se me aberdeje, compañero, dirán en las filas de Morena Puebla.

O como diría a qué clásico del grupo Molotov: “No deje que El Peje lo aberdeje”.

Después de que salga la convocatoria para el tema presidencial, vendrá el tema local y su primera lucha será conciliar los intereses de todos los que aspiran a la gubernatura que son: Ignacio Mier Velazco, Alejandro Armenta Mier, Olivia Salomó Vivaldo, Julio Huerta Gómez, Rodrigo Abdala D’artigues y nuestra Noroña a la poblana, Claudia Rivera Vivanco.

Claudia Rivera sabe bien que no tiene números, pero tiene muy buenos amarres con Mario Delgado, así que podría competir por un puesto de elección popular y ceder su espacio.

Rodrigo Abdala entró tarde a la contienda pero ha sido institucional, puede ser el favorito o ceder también su espacio.

Julio Huerta cuenta con una gran estructura —ya la vimos el pasado sábado— y el apoyo de Sheinbaum, pero por su calidad podría ceder si es que se lo piden.

Olivia Salomón es la vocera para la región centro sur de la jefa de Gobierno y si es mujer seguramente podría ser. Aparecerá en la boleta, sin duda, podría ceder si no le favorecen los números. Algo le tocará.

Aquí viene lo más difícil, ¿cuál de los dos primos es más fácil que se aberdeje?

Aquí le dejamos el link de la canción de Molotov, mientras respondemos esa pregunta: https://www.youtube.com/watch?v=kQY2Nuw8amc