Crónica de una encuesta anunciada
Los espacios para la reflexión, donde se priorice el debate genuino de ideas, son difíciles de encontrar a la luz del amarillismo, la morbosidad de las agencias sin rigor periodístico y la lucha por la publicidad gubernamental. Sin embargo, de periodismo no tengo nada que enseñar en este espacio que me ha confiado el jovén Zeus Munive, periodista poblano con más de 25 años de ejercicio profesional; su rigor es un reto para el que espero estar a la altura.
Ángel Custodio surgió en mi columna semanal Legión del Ostracismo en “Hipócrita lector”, esfuerzo editorial que dirige mi querido camarada Mario Alberto Mejia. Redactado a manera de retal, como una idea imprecisa y amorfa, precisamente como un “ángel custodio” que toma forma para apuntalar una idea; que ahora se materializa en 24 HORAS. Gracias totales.
En esta columna hablaremos de temas nacionales y locales, que desde hoy y hasta 2024 serán dominados por el proceso electoral donde se elegirán, además de la Presidencia de la República, más de 3 mil cargos públicos a nivel nacional; con énfasis, en lo que sucede en el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), esto va más allá de mi militancia política, pues en gran medida las determinaciones de Morena, definirán los resultados en 2024.
Las estudios de opinión surgen desde la segunda mitad del siglo XX (véase Cultura Cívica de Almond y Verba) y se popularizan en Estados Unidos –primero– y en los países con un régimen democrático –después–; ya que las encuestas son consustanciales a la democracia, en México empiezan a cobrar fuerza desde que inició su transición en 1977. La primera encuesta nacional que se difundió en un proceso electoral fue del periodico la Jornada en 1994.
Ya en el nuevo milenio las encuestas no eran muy confiables ni una herramienta tan difundida para la toma de decisiones políticas. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) fue el primero en utilizar a las encuestas como método de selección partidista para despresurizar la confrontación de sus corrientes internas, sin embargo, en muchos casos fueron un acto de simulación para imponer a candidatos ligados con su alta burocracia.
La gran innovación del presidente AMLO en el costumbrismo de la sucesión presidencial mexicana es la incorporación de la encuesta como método de selección intrapartidista. Desde la creación de Morena (2014) las encuestas fueron concebidas como una alternativa para evitar los vicios y corruptelas que provocaron en el PRD las elecciones internas, sin embargo, año tras año solo han generado división, producto de la opacidad y la desconfianza.
Esta dinámica fue corregida en el Consejo Nacional de Morena de este 11 de junio, pues se sentaron las bases para una encuesta transparente, certera y sobre todo vinculante para crear consensos. Lo menos que podemos esperar es que haya voluntad política de los actores para respetar el acuerdo y que derivado de esa confianza se replique este esfuerzo a nivel local.