¿Será?
No es acarreo es traslado
Si Claudia Sheinbaum pudo llenar el Centro Expositor con más de 40 mil almas —dicen los organizadores que contrataron 45 mil sillas— viene la pregunta: ¿cuántas personas podrá reunir Adán Augusto López en Tecamachalco el próximo 10 de junio? Si lo que quieren es mostrar una guerra de estructuras, por parte de los morenachos, tendrán que duplicar lo hecho este pasado fin de semana porque de lo contrario sería un mal mensaje para el todavía secretario de Gobernación federal.
Lo mejor es que se hubieran esperado unas semanas para que pasara la euforia de la favorita de Palacio Nacional y armar varios actos en diferentes puntos de la entidad para que no fuera necesario hacer el comparativo de la guerra de estructuras, porque como bien dice el clásico “haiga sido como haiga sido”, lo del Centro Expositor fue apabullante, sino superan lo del sábado pasado o, al menos, lo igualan no será una buena fotografía del momento. ¿Será que nos sorprenden en ese enorme estadio de beisbol que tienen allá en la hermana República de Tecamachalco? ¿Será que paran el tráfico en esas grandes vialidades, qué decimos vialidades, en esos freeways que hay en Tecamachalco? ¿Será?
¿Será?
7 de junio, sí se olvida
¿Quién sabe a quién se le ocurrió que el 7 de junio, día de la Libertad de expresión, es como el Día de las Madres, del Abuelo o del compadre? Quién sabe a quién se le ocurrió festejar a los periodistas por tal hecho, como si sólo ellos fueran los portadores de la verdad absoluta y necesitaran una congratulación en alguna red social: “felicidades en tu día” acompañada de un piolín, un micrófono, o un corazón con brillantes. Porque además de cursi es ridículo.
La H. Redacción todavía recuerda cómo es que, en las comidas de la Libertad de expresión en Casa Puebla, con Melquiades Morales, había reporteras que se llevaban hasta el centro de mesa. O se guardaban los volovanes en sus bolsas. En fin, la H. Redacción coloca en este momento su bandera rojinegra ya que la libertad y la expresión no son exclusivas de los que se dedican a informar, es un derecho humano y punto.
Es más, ya hasta se enojó. ¡Abur!
¿Será?