La embarcación responsable del rescate de un hombre que naufragaba por las costas del Océano Pacífico pertenece a la empresa mexicana Tuny, de productos derivados del atún, pero, ¿quién es el dueño de esta corporación?
Un barco de la empresa Tuny rescató el pasado 17 de junio de 2023 a un hombre de nacionalidad australiana que naufragaba en las costas del Pacífico.
Timothy Lyndsay Shaddock es el nombre del náufrago de 54 años de Australia, que se encontraba a la deriva en el mar desde hace más de tres meses.
Fue encontrado junto con su perrita “Bella” en el océano, a casi 2.000 kilómetros de las costas de Sudamérica, en las coordenadas Latitud Norte 09°54” y Longitud Oeste 112°52”.
Ambos se encontraban en un catamarán averiado y habían salido de la Paz en un viaje pensado para llegar a la Polinesia Francesa, pero por diversos problemas quedaron a la deriva.
Su alimentación durante este largo naufragio fue a base de pescado crudo y agua de lluvia. Mientras que Bella se encontraba en buen estado de salud, Lyndsey presentaba signos de deshidratación e insolación.
Fue el 17 de junio que esta larga travesía llegó a su fin, cuando Lyndsey Shaddock y Bella fueron rescatados por un barco pesquero.
Actualmente se encuentran ellos dos en Colima, en suelo mexicano, donde están siendo atendidos por médicos, en espera también de la eventual repatriación. Para iniciar este proceso, la Secretaría de Marina ya notificó a la Embajada Australiana.
La embarcación responsable del rescate, bajo la conducción del capitán Oscar Meza Obregón, llevaba el nombre de “María Delia” y forma parte de la flota “Grupomar”, empresa atunera “Tuny”.
Pero, ¿quién es el dueño de esta compañía mexicana responsable de Grupomar y que realizó lo que fue tomado como un acto heroico por la opinión pública?
Tuny forma parte de un conglomerado dirigido y fundado por Antonio Suárez.
Este empresario de origen español pero residente en México creó la firma en 1996, después de vender una flota que poseía, pues había estado previamente en el negocio de la pesca.
Su poder económico creció porque decidió enviar sus barcos pesqueros a las costas africanas y exportar sus productos a Europa, donde vio mucha demanda, a la par que vendía sus alimentos en México.
En aquel entonces existían restricciones económicas con Estados Unidos, razón por la que le salía más barato a Suárez exportar a Europa que a Estados Unidos.
Su impacto en el mercado global lo hizo merecedor de la presidencia de la Asociación Nacional de Productores de Atún en México.
En la actualidad, como lo afirma el propio Suárez, su empresa produce al día aproximadamente dos millones de productos del mar.
Estas cifras y su trayectoria volverían a este empresario como uno de los más importantes en este ámbito.