Recomendaciones para Armenta
Ahora que Alejandro Armenta quiere usar el polígrafo para descubrir si es que “cucharean” las encuestas donde él pierde (porque en las que gana, asegura que son limpias y puras como el negrito Tomás), la H. Redacción le recomienda unos métodos más sencillos y baratos para detectar mentiras:
- Cuando vea a su primo el diputado Nacho Mier, que le agarre y le apriete una bubi (seno o chichi) y que le diga: “¡Cinco marcas de cigarros!”; una vez que responda correctamente, mantenga la mano en la misma zona y con fuerza pregunte: ¿En qué chichi, mamó Tarzán? La respuesta correcta es: “en esta”; luego, debe preguntar. “¿Cuántas veces succionó?” y según la respuesta es el número de veces de apretón. Y ya para finalizar, el pobre Nacho todo adolorido confesará cuánto pagó porque le pusieran las de azúcar y las de café bien copeteadas a los resultados demoscópicos.
- En la tienda de la esquina venden aguas minerales y los famosos Miguelitos (chilito piquín que comprábamos en la primaria), coloca una capa del Miguelito en una de las fosas nasales de su primo el líder de la Jucopo, agita fuertemente el agua de Tehuacán, una vez que está a punto de estallar el burbujeo se coloca en la nariz del aspirante a la gubernatura; repetir dos o hasta cinco veces el método hasta que confiese.
- La tercera es más barata se necesita una batería de coche y unos caimanes para pasar corriente.
Si después de esto no admite su culpa, entonces, ya al suero de la verdad y al polígrafo. Servido, senador Armenta, porque la verdad nos hará libres ¿Será?
“El Chivito en precipicio”
Si Ana María Jiménez es el enlace de Xóchitl Gálvez en Puebla, quiere decir que la muy católica, apostólica y remona Organización Nacional El Yunque ya controla esa campaña en la entidad. Si usted era de los panistas sin grupo o todavía transpira ese tufo morenovallista, olvídelo, aquí quien se quedará con la operación política y económica de la enemiga de López Obrador serán los que desde finales de los años ochenta controlan Acción Nacional, las llamadas familias custodias.
Ahora bien, ¿qué pasará cuando la senadora Gálvez promueva políticas de inclusión, matrimonios homoparentales, adopción de niños por parejas del mismo sexo?, como ha trascendido que está abierta a ese tipo de políticas.
¿Qué hará la señora Jiménez cuando escuche esto?, porque desde hace años se ha negado públicamente a que dos personas del mismo sexo se unan en matrimonio. El ocho de agosto de 2012, por ejemplo, durante la celebración de un foro, la entonces diputada panista aseguró que los homosexuales no se pueden casar: “sólo debe considerarse como matrimonio aquellas relaciones en las que los integrantes sostienen relaciones sexuales mirándose a la cara”. ¿Sabrá Xóchitl Gálvez que así piensan sus representantes en Puebla? O la democracia es un árbol que da moras, ¿o cómo era? ¿Será?