La rectora de la BUAP, Lilia Cedillo Ramírez indicó que la universidad ha advertido de la venta de “brownies felices” y por ello se ha controlado el comercio dentro de las instalaciones.
Durante la presentación de la campaña “No te pases”, la cual busca prevenir el consumo excesivo de alcohol entre los universitarios, comentó que tras la demanda de estudiantes por obtener un ingreso, se permitió el comercio en el Pabellón Universitario, donde se revisa que ninguno de los productos contenga alguna sustancia ilícita.
“Les proporcionamos una serie de condiciones para que pudieran vender los productos que ellos elaboran en casa, que lo hicieron en un lugar y ambiente seguro (…) esos jóvenes se hacen responsables de lo que estén vendiendo sean libres de una sustancia ilícita, no queremos más brownies felices”, expresó.
Agregó que desde el regreso a clases presenciales se implementó la estrategia de impartir clases hasta las 18:00 horas para que a partir de las 19:00 horas “puedan irse derechito a su casa y no derechito al antro”.
“Y que los maestros que damos virtual pasemos lista, esa es la segunda parte, porque así ya llegaron a su casita y les agarra la flojerita de salirse otra vez, es plan con maña , debo reconocer”, comentó.
La @BUAPoficial presenta la campaña "No te pases", para prevenir el consumo de alcohol entre los jóvenes universitarios. 🍻 pic.twitter.com/9n6lMLCP52
— 24 Horas Puebla. El Diario sin Límites (@24HorasPuebla) August 17, 2023
Lanzan campaña para prevenir adicciones
Ante directivos de medios de comunicación, funcionarios públicos y jóvenes universitarios, la doctora Lilia Cedillo describió el nombre de la campaña “No te pases”, la cual luce con grandes letras blancas enmarcadas con cintas amarillas.
La académica destacó la importancia de lanzar esta campaña, considerando que la pandemia por Covid-19 provocó que aumentaran los problemas sociales, los conflictos en los entornos de casa, escuela o trabajo, así como trastornos que afectan la salud mental, principalmente de jóvenes.
Agregó que el confinamiento, ayudó a que los estudiantes “estuvieran alejaditos” de aquellos que comercializan drogas, pero al regresar a las clases presenciales, nuevamente se vuelven un “mercado muy codiciado” para quienes se dedican a estas actividades ilícitas.