Cuando al licenciado Fojaco le dio por dictar columnas
Una de las perversidades del licenciado Fojaco es que siempre dicta columnas políticas. Le seduce que le llamen y le reclamen que él es el autor del llamado “nado sincronizado” en la prensa local.
Le fascina que le digan que él es quien le avienta el pescado a las focas aplaudidoras, que les aceita el hocico a los perros que enseñan los dientes, porque Fojaco siempre fue un “gran operador” político.
Le encanta repartir matracas a los reporteros y columnistas.
Le cautiva ver que la poblana es una prensa bien matraquera que se la pasa adulando a Malagón, Menchaca, Manubrio y por supuesto a él, el mismísimo licenciado Fojaco. Siente que existe y vive cuando le dan a entender que es un verdadero “mostro” de la política, un perversote.
—¿Qué pasó, mi Lic? Ya anda revoloteando el gallinero. El licenciado Porquillo y el licenciado Pérez ya escribieron lo mismo, otra vez.
—De ninguna manera, licenciado Manubrio. No me ofenda, jamás he escrito una sola línea. Yo respeto el trabajo de la prensa libre e independiente.
—Nadie lo acusa de escribirlas, sino de sugerirlas, no se haga pendejo, licenciado, no se haga pendejo.
—No me ofenda, compañero (risas). Aquí en Puebla hay libertad de expresión. Han de estar muy bien informados estos periodistas.
La prensa de por aquí cerquita escribió la semana pasada:
“Todo un éxito la feria del aguayón allá en Chichiquila. Toda la clase política asistió a saludar al licenciado Menchaca quien es el que trae el pulso de lo que sucederá y seguramente ya levantó la mano. He dicho y he escrito. No lo borren. Ni Obama”.
Al otro día apareció otra columna: “Como anticipamos en este espacio, el licenciado Menchaca ya se destapó para la gubernatura de Puebla. Y aunque muchos no le dan muchas posibilidades, sí llegó a mover tapetes”.
Al licenciado Fojaco le encanta esa frase de mover tapetes, pues resulta que en su juventud, mientras estudiaba la carrera y antes de participar en la burocracia dorada y vender gelatinas, movía tapetes en una tienda de un libanés que siempre le reclamaba porque se quedaba con su dinero, el baisano decía algo así cuando se quejaba de él: “jijo de la changada, este chamaco barberso se roba mis daneros cuando me descuido; bor eso siempre lo mando a bover babetes, bara que esté lejos de la caja registradora”.
Las mejores columnas son aquellas que no sólo dicta, sino que él mismo escribe y que varios replican. En sus mensajes de whatsapp dice en su mediano español algo así:
“Te comparto el análisis que hicimos en el cuarto de guerra del licenciado Menchaca, ojalá sea de tu interés y lo compartas en tu importante medio de comunicación”.
Por supuesto, ese “análisis” es replicado sin darle la vuelta, sin quitarle puntos y comas.
“El licenciado Menchaca, con la visión humanista del presidente Andrés Manuel López Obrador continúa cumpliendo los compromisos en las colonias populares de la ciudad capital, en materia de agua, seguridad, salud y medio ambiente.
En reunión con más de mil 500 habitantes de la junta auxiliar de Santa María Xonacatepec, el licenciado Menchaca inició con la canalización de pipas de agua para atender la escasez en esa zona, además de instalar un sistema de captación pluvial”.
Cualquier parecido con la triste prensa poblana no es mera coincidencia.