Un escenario posible en el actual proceso interno de Morena para elegir al candidato presidencial de Morena, son las declinaciones de quienes van en cuarto, quinto o sexto lugar a favor del primero o segundo. Me explico.

Si bien en esta contienda hay seis perfiles participando, la rivalidad y posibilidades más competitivas se reducen a Claudia Sheinbaum Pardo y Marcelo Ebrard Casaubón, la contienda está por concluir, por lo que un escenario muy viable es que en las semanas siguientes comiencen las declinaciones.

La puntera no necesita declinaciones, Marcelo sí, el único que podría sumarse a lo que él representa es el doctor Ricardo Monreal, ambos han coincidido en sus posturas en contra de Sheinbaum, se sienten lejanos a la militancia de Morena y su eventual alianza podría simplificar una disputa más competitiva.

Sin embargo, si Monreal declina por Ebrard, muy probablemente Adán Augusto lo haga por Sheinbaum, allanando el camino de la doctora a la tan anhelada candidatura presidencial.

A esta declinación, se podría sumar Manuel Velasco del Partido Verde Ecologista de México, de tal suerte, que la posibilidad de elección se reduzca a Claudia Sheinabum, Marcelo Ebrard y Gerardo Fernández Noroña.

En este escenario Noroña ganaría más que el segundo lugar, pues su participación, en un inicio simbólica, podría convertirse decisiva para el desenlace del proceso.

Aunque este escenario es ficción, no debe descartarse, al final en la política mexicana lo impensable es posible.

El escenario para la sucesión en Puebla corre más incertidumbre que la elección nacional, la distancia entre el primer y segundo lugar se estrecha, la definición del 7 de septiembre puede terminar de inclinar la balanza para uno u otro, mientras que las declinaciones o planes b, c, d, etcétera, deben ser una consideración obligada para los participantes.