“El reconocimiento de nuestra identidad puede salvar vidas, y es esencial en esta etapa donde nos estamos formando como profesionistas […] es muy importante que tengamos un espacio donde nos sintamos seguros de poder desarrollarnos libremente”.
Este testimonio brindado por un estudiante fue la base de la IBERO Puebla para crear espacios seguros, libres y diversos para su comunidad universitaria, y que hoy han permitido que, a través de su Defensoría de Derechos Universitarios, se reconozca la identidad de género autopercibida en la documentación y plataformas de la Institución.
El protocolo, inédito en instituciones de educación superior en Puebla, se sustenta en el pleno reconocimiento de la diversidad al interior de la Universidad Jesuita, y responde a una necesidad generada desde el panorama nacional, en el que la comunidad LGBT+ se concentra cada vez más en espacios escolares.
Según la Encuesta Nacional Sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG) 2021 del INEGI, en México el 67.5 % de la población que se reconoce como LGBTI+ tiene entre 15 y 29 años de edad, es decir, está en una edad escolar entre el nivel medio superior y superior. Según la misma encuesta, más de la mitad del universo total tiene esta escolaridad.
Durante la primera sesión de las Jornadas Universitarias de la IBERO Puebla, la psicóloga Paola Jiménez Aguirre aseguró que las cifras indican la urgencia de generar protocolos de atención y reconocimiento de la diversidad en las instituciones educativas. “Es un parteaguas para que las poblaciones trans universitarias tengan cobijo y apertura en sus instituciones, y que a su vez se puedan ver sus derechos traducidos en realidades […] que esto sea la pauta para que, derivado de este protocolo, podamos hacer más por la comunidad universitaria”.
“La necesidad de promover y garantizar el derecho al reconocimiento de identidad en las instituciones de educación tiene que ver con generar marcos normativos que nos permitan acceder plena y libremente al ejercicio de nuestros derechos”: Psicól. Paola Jiménez.
Al ser la primera mujer trans egresada de su universidad, Jiménez Aguirre sentó las bases para que las personas LGBTI+ fueran reconocidas en espacios académicos e institucionales. Por ello, acciones como la creación de este protocolo, le parecen plausibles y necesarias.
Como indicó el primer estudiante que ejerció este derecho a la identidad de género autopercibida, su Casa de Estudios le da la oportunidad a él y a generaciones futuras de estudiar en un espacio libre de violencia, prejuicio y silencio. “Si a lo mejor por fuera no lo pueden hacer, en la IBERO Puebla se pueden desenvolver tal y como son, y construir el futuro que ustedes quieran”.
El procedimiento para generar este reconocimiento de la identidad autopercibida en documentos y plataformas internas se hace a través de un protocolo interno desde la Defensoría de Derechos Universitarios, que ofrece un acompañamiento integral a cualquier integrante de la Comunidad que requiera esta medida.
El licenciado Juan Alberto Corona Román, responsable de la Defensoría Adjunta de Atención, Investigación y Seguimiento, explicó cómo este proceso tiene la intención de no ser engorroso ni desgastante para sus solicitantes. El acompañamiento, aseguró, se da de manera cercana y respetuosa, haciéndole saber a la Comunidad que cuenta con el apoyo y mecanismos necesarios en su universidad.