La guerra que se avecina
Que uno de los creadores de la guerra sucia contra medios de comunicación, clonador de páginas, difusor de videos contra sus adversarios se llama Israel Pacheco Velázquez. Al menos, así le hicieron llegar a la H. Redacción una prueba fotográfica de cómo su equipo difundió a través de conversaciones en grupos de WhatsApp aquella famosa página falsa de 24 HORAS Puebla que duró un día porque, de tantos reportes que se hicieron, fue dada de baja. Aquí hay que hacer una aclaración y puntualización, quien nos jura que nada tuvo que ver con esa guerra sucia fue el candidatazo del exlíder sindical municipal. Y nos referimos a Alejandro Armenta Mier.
Fuentes muy cercanas al senador nos aclararon que el presidente de la Cámara alta en el Congreso de la Unión no anda metido ni en armar guerras oscuras ni en acusaciones torpes porque, dijeron, no tiene tiempo y no va a dilapidar su capital político en grillitas tontas. Si bien ha tenido sus diferencias con su primo, el líder de la Jucopo, él no se presta en crear páginas fake ni en bots ni nada que se le parezca. Y él no es responsable de los tontos con iniciativa que lo apoyan. Es cuánto. ¿Será?
No maten al mensajero
Que los reporteros, columnistas y directores nos debemos tomar una pastillita de paciflorina y entender que quienes contienden por las candidaturas no son los periodistas sino los candidatos. La H. Redacción les (nos) recuerda que el papel de los políticos es aventar a los tundeteclas a pelear, a denunciar, a censurar; que los grillos son felices al ver que los que se dedican a informar se amarren la bandera y se avienten como niños héroes dese la cúpula de la catedral por sus candidatazos, porque terminando las contiendas internas o constitucionales quienes terminan peleados y deben rehacer su comunicación con quien ganó son los mensajeros no los que los mandaron a la guerra.
Es como un conocido sexenio —de cuyo nombre la H. Redacción no quiere acordarse, pero termina con un ismo— pues desde Casa Aguayo se dictaron las líneas de la persecución, se filtraron documentos, se provocaron traiciones y ahora que ya no está quien lo planeaba, los culpables fueron esos “pinches periodistas”. Así que dalay, dalay ¿Será?
Un mal síntoma
Y si se preguntan ¿por qué aún no hay nada para nadie? La respuesta es sencilla, mientras sigan pagando espectaculares, promoción en redes sociales, pinta de bardas (en espacios públicos y privados) significa que no ha bajado la pinche señal.
El día que no haya recursos para la promoción es el primer síntoma que el abanderado no tiene nada que hacer. Es curioso, pero el primer signo o síntoma del poder es que hay dinero sin dinero quiere decir que se acabó. Ahí empieza el descarte. ¿Será?