¡Ay nanita!
Que el licenciado Fojaco ya dijo que si no sale electo en la encuesta a la gubernatura se irá por un partido bonsái, primero tocará la puerta del licenciado Menchaca, sempiterno presidente del Partido Mandarina y famoso por sus grandes aspiraciones; que si no le dan una oportunidad irá a Fuerza por México, al fin y al cabo, tiene unas bardas color rosa que le disparó su compadre Manubrio, después de perder en el cubilete y apostaron ahí unos rótulos. Si de plano no cuaja ni con Menchaca ni con Manubrio, le queda Panal o el Compromiso por Puebla, porque como bien sabe Fojaco, es una “me-ga-coa-li-ción”. Casi ninguno de los mencionados ya tiene registro, pero son una “me-ga-coa-li-ción”. Son como el viejo PPS o el PARM, por ser rémoras o sanguijuelas del poderosísimo PRI, pero al final son la “me-ga-coa-li-ción”.
Nota aparte: quién sabe a quién se le antojó bautizar así a los partidos satélite de Morena, porque como bien grita Fojaco en sus consignas cuando habla de la “me-ga-coa-li-ción”: “¡Moreno Valle vive, la lucha sigue y sigue!”.
El abogado del diablo
Fíjense nada más, que el principal promotor de la panista Ana Teresa Aranda Orozco es quien abogó por Alejandro Armenta Mier e impugnó la designación de Miguel Barbosa en 2019 y nos referimos, al abogado Víctor León Castañeda. Llama la atención el hecho, porque coincidentemente, ayer la diputada federal albiazul, quien se dijo muy indignada y muy en su derecho como ciudadana fue a denunciar al diputado federal Nacho Mier, quien (¡oh, qué novedad!) es el verdadero adversario de Armenta. No es por pensar mal, pero quien se dice muy ducho en materia electoral es Víctor León y aunque no hay certezas tampoco dudas de que quien asesoró a la Doña del PAN fue el abogado ¿Será una maldita coincidencia? Dicen los que saben que en la política las coincidencias no existen; mientras tanto, eso sí el senador Armenta está más que agradecido con la muestra coincidente (de apoyo) por parte de la eterna aspirante a la alcaldía y gubernatura de Puebla.
Matraqueros Inc.
Alguien puede explicar por qué la dirigente del Partido Morena en Puebla, Olga Romero Garci-Crespo, ha aparecido sólo en los actos de Julio Huerta y no con Armenta, Mier, Rivera y Salomón (Olivia), entre otros. Una vez que fue impuesta por encuesta (perdón, electa) Claudia Sheinbaum Pardo como la abanderada de las guindas, la lideresa estatal de dicho movimiento fue con su matraca y con confeti a la convocatoria de la corcholata Huerta del lunes de la semana pasada, en la que (otra vez, maldita coincidencia) gritaron “¡go-ber-na-dor!”. No es la primera vez que se le ve muy animosa a doña Olga con el primo del difunto Miguel Barbosa, pero a ver, ¿cuándo la doñita acompañó al senador a regalar arbolitos?, ¿cuándo fue a Tecamachalco con el diputado federal a echarse una barbacoa? ¿cuándo hizo un video de cómo se prepara la salsa para las sincronizadas con Claudia Rivera? A ver. ¿Será que no sabe que la dirigente de un partido debe ser (o al menos parecer) imparcial? Ni hablar, a lo mejor es de los que no entienden que ya gobiernan otros.
Pobre Fojaco
No se lo digan a nadie, pero todo indica que Menchaca y Manubrio ya se aliaron, como cuando Bartlett y Salinas lo hicieron en 1987 o como cuando Marín y Moreno Valle lo hicieron en 2004 para frenar a Germán Sierra, pues bien, cada que pueden Menchaca y Manubrio presumen que son grandes amigos y camaradas de partido y es que el pobre Fojaco no sabe que le están jugando chueco.