La productora ejecutiva de televisión y mexicana de nacimiento, Tania Zarak Quintana, vive a unos 50 kilómetros de Grindavik, la ciudad de Islandia que fue evacuada después de una serie de temblores ocasionados por la actividad volcánica que pusieron en alerta a los alrededores tras la apertura de una enorme grieta que se abrió en medio de esta zona urbana.
“Si hay una alerta, estamos siguiendo las noticias, los temblores son muy incómodos, pero no existe un peligro para las vidas humanas”, agrega la actual vicepresidenta de Truenorth, productora y proveedora de servicios de producción.
Zarak Quintana, comunicóloga de 43 años, cuenta las diferencias de este hecho que se hizo viral a través de redes sociales y una situación similar que sucedió en 2021, un año después de huir hacia Islandia procedente de Nueva York en agosto de 2020, en medio de la pandemia de Covid.
“Para que te des una idea lo controlado, la erupción de 2021 se volvió un destino turístico, la gente venía desde otras partes del mundo a ver el volcán, por eso la gente no estaba inicialmente tan alarmada, porque se presentó en la misma zona”, explica Tania.
“El detalles esta vez es que ya han pasado casi cinco días y no ha habido erupción, eso, la incertidumbre es lo que está causando más ansiedad, la vez pasada fue un par de días de temblores y se abrió una grieta, ahora llevamos miles de temblores, que no puedes ignorar”, agrega.
Según la experiencia de Tania, quien asegura ha aprendido a vivir con la actividad volcánica del pequeño país de casi 338 mil habitantes, los temblores de este fin de semana, que suman 7 mil 128 en los últimos siete días según el sitio Allquakes, el más fuerte de 5 grados, número que aumenta al paso de las horas.
Aunque todo se encuentra controlado, también platica que Grindavik “se hundió entre uno y dos metros, además de la grieta cruza la ciudad, por fortuna la gran parte de la población fue evacuada, pero hay fotos impresionantes, casas muy afectadas, pero para el sábado en la noche ya no había ahí un sólo ser humano”.
La ayuda tampoco se hizo esperar, Zarak Quintana pudo constatar la creación de grupos de Facebook para apoyar a las personas que fueron evacuadas: “hubo personas que se quedaron sin ropa, nada de vida o muerte, me gustaría que la gente supiera que no es una situación de vida o muerte, está controlado (…) la gente está alerta pero no asustada, lo que preocupa son los derrames de magma”, comenta con cierta tranquilidad.
DESTINO TURÍSTICO
“Estamos bien, los aeropuertos siguen abiertos, las carreteras, hay preocupación por el control de daños en zonas como la Laguna Azul (balneario geotermal situado al suroeste) y por Orca (la planta de captura de carbono más grande del mundo)”, finaliza.
Esa Laguna fue cerrada por precaución desde el jueves pasado y las autoridades islandesas declararon estado de emergencia el viernes en la península de Reykjanes, ante el temor aún latente de una erupción volcánica en la región.
Según la Oficina Meteorológica de Islandia (OMI), una erupción podría tener lugar “en unos pocos días”, por lo mismo que fueron evacuados los 4 mil habitantes de Grindavik.
De acuerdo con la OMI, unos 24 mil temblores se han registrado en la península desde finales de octubre, con casi 800 terremotos registrados el fin de semana.
Desde 2021 se han producido tres erupciones en la península de Reykjanes, en marzo de ese año, agosto de 2022 y julio de 2023, todas alejadas de infraestructuras o zonas pobladas. Islandia tiene 33 sistemas volcánicos activos, el número más alto de Europa.