El maltrato animal es, lamentablemente, un hecho generalizado en México, se estima que 7 de cada 10 mascotas, por ejemplo, son víctimas de algún tipo de abuso. Casos visibles, como los que se viralizan gracias a las redes sociales, permiten conocer el alcance de la maldad de quienes no debería siquiera llamarse personas, que con saña y cobardía descargan su frustración en esos seres inocentes, carentes de voz para defenderse, a través de actos aberrantes.
Para Benito, la jirafa hoy famosa hasta internacionalmente, el final feliz llegó la madrugada de este martes con su arribo a Africam Safari, luego de 35 horas de camino y meses de complicidades que le mantuvieron en Chihuahua en pésimas condiciones, a la vista indolente y omisa de autoridades, pero crítica y activa de un grupo de personas ocupadas en el bienestar animal.
Sin embargo, el ejemplo de Benito no es la constante. Ahí está la potranquita que hace apenas unos días afortunadamente fue rescatada de las manos perversas de un sujeto que no sólo la golpeaba y mal alimentaba, sino que abusaba de ella. Sí, la zoofilia forma parte del paquete de aberraciones de quienes caminan libremente por las calles, de quienes usted o cualquiera puede encontrarse en el mismo súper o unidad del transporte público o es padre de algún niño o niña que asiste a la escuela con sus hijos.
Esa es la gravedad que no muchos quieren ver. Los psicólogos lo han explicado una y mil veces, un psicópata empieza con el maltrato hacia a los animales. Después siguen las niñas, niños y mujeres, en su mayoría.
¿Qué más queremos para actuar?
Y en esta historia destaca sin duda, por un lado, el actuar del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien ha sido aliado permanente del respeto de los derechos animales, así como un promotor de la conciencia social, porque como lo dice de manera reiterada en sus mensajes, ese tipo de conductas nacen en casa, es en la familia donde deben darse las medidas de prevención, donde deben atenderse las alertas. Pero pareciera que muchos no quieren escuchar.
Es urgente voltear al hogar, observar qué tipo de personas se están formando. Ahí está la función primaria de educar en valores, de hacer conciencia, de criar a buenos ciudadanos. Lo he escrito en muchas ocasiones, si no queremos tragedias mayores, hay que actuar desde la familia.
Mi reconocimiento a Frank Camacho y toda la familia Africam Safari, sin duda en esta historia el otro personaje destacado es él y la responsabilidad de vida que han abrazado en los temas de protección animal.
Y ahora que se ha hecho justicia por Benito, que sigan los demás, que haya sanciones con toda severidad para los maltratadores, pero también que haya consciencia para formar en cada hogar buenos seres humanos, porque como bien lo señaló el gobernador Céspedes Peregrina, no se trata sólo de leyes y leyes, se trata de que nosotros seamos mejores personas, es por el bien de todos.
Por JESICA BALTAZARES
GJGJ