La historia de César Ramírez Hernández es un testimonio inspirador de resiliencia, determinación y compromiso. Es un relato que está lleno de obstáculos superados y de anécdotas que, por igual, pueden llevar a las lágrimas, que a las sonrisas.
Al hacer un recuento de sus pasos como migrante y su regreso para ser presidente municipal de Ahuazotepec en 2021, en la Sierra Norte del estado de Puebla, destaca su vocación del servicio público y el amor a su tierra.
La travesía del hoy alcalde de Ahuazotepec -quien compite por la reelección-, hacia Estados Unidos, comenzó cuando tenía 27 años.
“Hoy tengo 49 años, gracias a Dios. Estoy muy bien. Decido irme porque, pues la familia de nosotros era muy grande. Mi mamá y mi papá tenían 16 hijos, hombres y mujeres. Estábamos vivos en ese tiempo 14. Pues yo veía que mis padres se estaban haciendo viejos y nosotros éramos choferes. Yo decía, si algún día le pasa algo a mi papá, a mi mamá, no voy a tener dinero.
“Tengo primos que trabajaron en el ferrocarril (en la Unión Americana). Cuando ellos regresaron a Ahuazotepec, hablaban del ferrocarril y que ganaban mucho dinero allá. Eso se me metió, y yo dije, pues yo me voy a ir para allá. Me fui con un hermano y con un amigo”.
UN NUEVO MUNDO
César relata con detalle su travesía, desde cruzar el río, flotando en una cámara de llantas, hasta enfrentar a la Migra, pues fue detenido en su primer intento.
Luego de otro intento, pudo cruzar y encontrar trabajo en Chicago, Illinois. En este frío, en ese nuevo mundo, enfrentó obstáculos lingüísticos y culturales.
“Conocimos un michoacano, un yerno de un tío mío. Una persona muy buena que nos dejó dormir en su casa una noche, y al otro día nos consiguieron una casita donde vivir.
REGRESO FORZADO
César Ramírez Hernández narra que un día tenían mucha hambre y llegaron a un McDonald’s y querían pedir de comer, pero no podían porque no sabían hablar inglés.
En la fila estaba un niño pequeño, quien observó que César y sus acompañantes no se ponían de acuerdo para pedir la comida y sólo hablaban español. Se ofreció a ayudarles.
“Ya de ahí se acabó el trabajo y nos fuimos a lavar carros en la forja; nos lavábamos 47 carros diarios. Luego me voy a trabajar al ferrocarril.
“Entonces nos mandan allá al estado, si era de Michigan a la península, allá a los barrios, a los barrios. Dos años exactamente, me agarra la Migra y me echan para México”.
César Ramírez detalla que estuvo detenido en un pueblo que se llama Susan Mary, en la frontera con Canadá, luego en Detroit, Michigan. De ahí, en avión a Laredo, esposado de pies y manos.
“Mi novia, mi esposa hoy, me empezó a buscar, desde que yo caí de la cárcel, ella me empezó a buscar. Buscó un abogado y comenzó a hacer todos los trámites (…) Nos casamos en Pachuquilla, Hidalgo.
“Pero lo hicimos conforme a la ley. Porque tenía que pedir un permiso al consulado mexicano para poderse casar conmigo, porque es americana. Nos tardamos dos años en que a mí me dieran mi documentación, para poderme regresar para Estados Unidos, a los 29 años”, relata.
TRABAJO MEXICANO
Después de años de ardua labor, alcanzó el éxito en la industria ferroviaria, donde destacó por su habilidad y dedicación para crear una empresa.
“Por ejemplo, trabajo para BNSF, trabajo para Union Pacific, para Canarian, para las empresas más grandes; trabajo en una base militar en Milan, Tennessee, y doy la calidad. Entonces, cuando vienes, dicen, ¿por qué no me dan chance en el Tren Maya? Yo soy más cabrón que los chinos y que los españoles. Soy mexicano.
“Lo que el presidente de la República siempre ha dicho de los migrantes. A mí me gustaría que se lo hicieran de verdad, porque los migrantes mexicanos trabajamos y sabemos hacer muchas cosas muy buenas en otro país”.
SUEÑO DE LA ALCALDÍA
—¿Por qué regresar a hacer política, cuando tienes la vida resuelta, el trabajo resuelto en Estados Unidos?
—Tengo unos hermanos que son políticos y me invitan a la política. Y le digo, no, pues yo no puedo. Y les empiezo a apoyar. Sí te apoyo, te apoyo. Y cuando yo llego aquí, hay un grupo de mujeres, andaban por ahí, con el Partido del Trabajo.
“Participar no es fácil, porque cuando dejas tu negocio, si no estás, el negocio no está igual. Entonces, nos venimos y llego aquí a Ahuazotepec a participar. Y para empezar me encuentro con que me andan siguiendo los estatales y me querían poner falsamente como delincuente. Me querían encerrar, porque la política de aquí de México es que si tú no eres político y tú no te dedicas a eso, quítate porque te quito a como dé lugar”.
PARQUE INDUSTRIAL
Durante su mandato, ha trabajado para combatir la delincuencia, impulsar el desarrollo económico y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, asegura.
Ahora, César Ramírez Hernández busca reelegirse, pues su visión incluye la creación de un parque industrial para impulsar la economía regional y brindar oportunidades de empleo a los habitantes de la Sierra Norte de Puebla.