La alianza lopezobradorista intentará en la elección al Senado una estrategia inédita y audaz, pero también riesgosa. En 20 estados irán todos juntos, Morena, PT y el Verde. Pero irán por separado (al menos el Tucán por su lado) en los otros 12. La idea que planteó Mario Delgado es que en esa docena de entidades se queden con los tres escaños que se definen en las urnas. Paso a paso y nos amanecemos: las candidaturas al Senado serán en dupla, se les llama a los postulados primera y segunda fórmula. El partido alianza que gane más votos, coloca en la Cámara Alta a sus dos fórmulas. Pero el que queda en segundo lugar, mete al menos a quien haya sido ubicado en su primera forma. La estrategia de los lopezbradoristas es de verdad muy arrojada y por eso es tan complicada. En esos 12 estados buscarán -por supuesto con sus candidatos que vayan por Morena y seguramente el PT- ganar posiciones que también se denominan de mayoría relativa, con lo que obtendrá dos lugares en el Senado. Luego a través de una operación quirúrgica de voto selectivo, pretenden meter a quien vaya en primera fórmula en la postulación del Verde. Así lograrían tres escaños en una misma entidad, y en 12 estados. ¿Verdad que suena complicadísimo? Para que nos quede más claro este entuerto, hay que ponerlo en términos deportivos. Quieren el uno, dos y tres del medallero, y dejar hasta el cuarto y sin ninguna posibilidad a la alianza opositora del PRI, PAN y PRD. Eso requiere de ganar, pero a la vez perder. ¿De verdad lo tienen fríamente calculado? Dios dirá.
¿Será?
Último recurso
En la clase política, como en la vida más, hacerse la víctima (tirarse al piso, pues) es un recurso para lograr ciertos objetivos. Poner “cara de gato de Shrek” es otro. Por eso, al ver cómo ciertos políticos se tiran al piso, creyéndose el centro del universo (en minúsculas), o que sin él (o ella) este mundo no funcionaría, es deleznable, por donde se le quiera ver. Así que, si ve usted a un político, o política, llorando su desgracia por no haber sido elegidos, ignórelos, literalmente, aplíqueles el bendito scroll.
¿Será?
Infierno en el paraíso
No es la primera vez que unos malandrines de origen sudamericano andan asolando zonas de la llamada “alta plusvalía” para robar relojes de gama alta, de esos carítsimos de París. Hace un tiempo, dos sujetos de origen colombiano atracaban a incautos que, al estilo poblano, llevaban abajo los vidrios de sus autos lujosos. A bordo de una motocicleta, ubicaban a las víctimas mientras paseaban por centros comerciales para después, mientras esperaban el ticket de entrada al Costco, los amagaban pistola en mano y les quitaban los relojes. Ahora se repite en Lomas de Angelópolis, donde para entrar hay que pasar una cantidad absurda de filtros. Surgen muchas dudas, una de ellas: ¿acaso son los mismos que salieron del bote para regresar a las andadas? ¿Hay colusión? Obvio que sí, si no, no operarían a sus anchas, ante miles de cámaras que solo sirven para que sus videos se hagan virales en redes.
¿Será?