Poco más de un mes de su fallecimiento, que aunque tímidamente anunciado por su estado de salud causó una conmoción de magnitudes considerables, un homenaje a José Agustín tiene lugar en el Palacio de Bellas Artes.
La primera en tomar la palabra fue la encargada de la Secretaría de Cultura, quien destacó la grandeza del legado que deja José Agustín. Asimismo, hizo un breve recorrido por la carrera del novelista, de quien destacó sus obras como La tumba y los volúmenes de Tragicomedia mexicana.
Tras la intervención de la funcionaria, la poeta Elsa Cross tomó el micrófono para leer un discurso en que recuerda ese origen literario del autor de De perfil, y destaca sobre todo el tiempo que tuvo en activo como escritor.
José Ramírez Bermúdez, hijo del novelista, de profesión allegada a la ciencia y la medicina, recuerda a su padre desde esa arista “lejana” a la literatura. Pero también recuerda la manera en que José Agustín les leía con constancia en sus primeros años.
- La escritora Elena Poniatowska tomó el micrófono para hacer un repaso profundo en el José Agustín escritor y como persona, pues se conocían desde sus inicios.
- Elena Poniatowska, Alejandra Frausto, Jesús, José y Andrés Ramírez, así como Margarita Bermúdez y posteriormente sus nietos y familia, fueron los primeros en hacer guardia a las cenizas de José Agustín.
Por Demian Garcia