Fatiga, comportamientos compulsivos, trastorno de sueño, adicción al trabajo y pérdida de la autoestima, pueden ser las consecuencias del tecnoestrés, revela la psicóloga de la Universidad Iberoamericana Puebla, Giovana Gaytán Ceja.
Al respecto, la académica destacó que este tipo de trastorno de la vida moderna digitalizada, “tiene que ver con las demandas actuales de la vida laboral, sobre todo a raíz de la pandemia, con el confinamiento y el trabajo en el hogar con dispositivos móviles digitales”.
Gaytán Ceja abundó que este padecimiento “es un desajuste entre la demanda de habilidades del mundo laboral y mis propios recursos, ya que no conozco del uso de ciertas tecnologías y cuando no las tengo, hay desajustes y puedo tener ansiedad, cansancio, fatiga y la necesidad de aprender”.
Agregó que la falta de habilidades tecnológicas en un mundo digital puede llevar a las personas a sufrir del llamado tecnoestrés, padecimiento que se presenta en todas las personas que por su trabajo o actividades cotidianas están en contacto con el uso de las tecnologías de la información, siendo la población joven la más afectada.
“El tecnoestrés se deriva de un desajuste entre las demandas laborales y los recursos personales. Su aparición depende de las habilidades de la gente sobre el manejo de las tecnologías, del contenido y los cambios en los puestos de trabajo, así como de las estrategias utilizadas por las empresas”, indicó.
La frustración por esta falta de habilidades genera comportamientos compulsivos de personas que se pasan horas intentando comprender el funcionamiento de dispositivos, aplicaciones y herramientas digitales.
Además, Giovana Gaytán advirtió que todo lo anterior puede generar “ansiedad, cansancio, dolores de cabeza, fatiga mental y física, dolores musculares, temor, apatía, aburrimiento y perdida de la autoestima, entre otras conductas compulsivas”.
“Todo esto puede recaer en la autoestima, se auto subestiman las personas por no ser capaz y competente, lo que lleva a ansiedad y conductas obsesivas de cansancio y forzarse de más para tener la habilidad”.
Lo más importante, destacó la especialista de la Ibero Puebla, es reconocer la habilidad por desarrollar el uso de alguna red social o aplicación.
Para ello, lo mejor es prepararse, tomar cursos, “pero de forma organizada con el tiempo administrador y gestionando en torno a otras actividades de la vida diaria, para no caer en comportamientos obsesivos y compulsivos”.
Por: Arturo Cravioto