La Fiscalía siguió ayer el interrogatorio a un editor de la prensa amarillista que apoyó al expresidente republicano Donald Trump en su campaña de 2016, con noticias positivas y enterrando las negativas, en su regreso al Tribunal de Justicia de Manhattan.
Cuando faltan menos de siete meses para su esperada revancha ante el presidente demócrata Joe Biden, Trump es el primer exmandatario que se sienta en el banquillo.
Este juicio contra Trump se enfoca en la falsificación de documentos para ocultar la compra del silencio de la exactriz Stormy Daniels por una supuesta relación extramatrimonial para que no interfiriera en sus aspiraciones de llegar a la Casa Blanca.
David Pecker, de 72 años, expresidente de la empresa editora del diario National Enquirer y primer testigo de la Fiscalía en subir al estrado.
Pecker reveló los detalles de su relación con el magnate y la práctica denominada “atrapar y matar”, que consiste en comprar noticias potencialmente perjudiciales para que no vean la luz.
Como la de la modelo de Playboy, Karen McDougal, a la que el National Enquirer pagó 150 mil dólares por una historia sobre una relación sexual que habría mantenido con Trump y que nunca llegó a ser publicada.
“Compramos la historia para que no la publicara ningún otro medio”, reconoció Pecker. “No queríamos perjudicar o dañar la campaña de Trump”, agregó para la Fiscalía.
La parte acusadora alega que el acuerdo era parte de un plan más amplio del entonces aspirante republicano en los comicios, que ganó frente a la demócrata Hillary Clinton.
“Las historias sobre el Sr. Trump” así como las “historias negativas sobre sus oponentes (…) aumentaban las ventas” y beneficiaban la campaña del magnate republicano, reconoció Pecker en el estrado.
Los lectores del National Enquirer “amaban” a Trump, protagonista entonces del programa de telerrealidad “El Aprendiz”, un impulsor en 2015 para sus aspiraciones presidenciales.
Al inicio de la audiencia, la Fiscalía volvió a denunciar ante el juez Juan Merchan que, pese a su orden de prohibirle que insulte a personal relacionado con el juicio, el exmandatario no hace caso. El juez debe anunciar todavía si le multa o no por violar su orden.
La Corte Suprema examina inmunidad
La sentencia puede repercutir en el poder ejecutivo y en los problemas legales de Trump, candidato a las presidenciales de noviembre, por revertir el resultado de las elecciones de 2020 y por la gestión de documentos secretos al abandonar la Casa Blanca.
“Estamos escribiendo una norma para la posteridad”, comentó el juez Neil Gorsuch, uno de los tres magistrados conservadores nombrados por el expresidente republicano.
La mayoría de los jueces de la Corte Suprema, que se espera que emita su fallo a finales de junio, no parecen inclinados a respaldar la afirmación de Trump.
Pero al menos cuatro de los nueve magistrados estaban en desacuerdo con un fallo de un tribunal inferior que resolvió que un expresidente no goza de “inmunidad absoluta” frente a un proceso penal después de dejar el cargo.
Por: César García Durán