Por mucho, el debate de este domingo entre Alejandro Armenta, Eduardo Rivera y Fernando Morales es el mejor ejercicio en la historia de las elecciones en Puebla.
El encuentro entre los abanderados de Sigamos Haciendo Historia, Mejor Rumbo para Puebla y Movimiento Ciudadano superó –y por mucho– las pocas expectativas que había sobre el mismo, pues el Instituto Electoral del Estado logró que esta exposición de ideas y plataformas electorales tuvieran un formato ágil, sin dados cargos para ningún lado y en el que los tres candidatos tuvieran el tiempo suficiente para contrastar sus proyectos para la entidad.
Además se debe resaltar la excelente conducción que lograron los experimentados periodistas Patricia Estrada y Juan Carlos Valerio, quienes en todo momento respetaron los tiempos de los participantes, no cayeron en protagonismos innecesarios y lograron que el debate jamás se saliera de control.
A la espera de conocer los números finales de las personas que lo siguieron en vivo, el debate de la elección estatal del 2024 será recordado por mucho tiempo como el mejor organizado, el que más propuestas tuvo y el que, también hay que apuntarlo, dejó satisfecho a la mayoría de los electores quienes querían ver a Armenta y a Lalo Rivera darse con todo.
Y es que, sin recurrir al pastelazo o a los ataques burdos como sucedió en el 2010 durante el primer debate organizado por el IEE y transmitido por televisión abierta cuando Javier López Zavala cuestionó las preferencias sexuales de Rafael Moreno Valle, Alejandro Armenta, Eduardo Rivera y hasta Fernando Morales sacaron sus mejores golpes y no se guardaron nada para ganar votos en los últimos 15 días de campaña.
Tampoco fuimos testigos de formatos acartonados y espectáculos vergonzosos como los que se dieron durante los debates del 2016 o 2018 cuando Antonio Gali atacó de manera misógina a Blanca Alcalá o cuando Martha Erika Alonso trató de hacerse la graciosa con su famosa frase “Tú eres Luisito Rey y yo no soy La Incondicional” en su lucha contra Miguel Barbosa.
Ni qué decir del debate del 2019 cuando Enrique Cárdenas llegó casi desahuciado al encuentro contra Barbosa Huerta.
Considero que a este ejercicio que tuvo como sede el CCU de la BUAP se le pudo agregar 30 minutos más sin que esto provocara que el debate se convirtiese en algo soso o aburrido.
En cuanto a los candidatos se debe apuntar que Alejandro Armenta siguió al pie de la letra lo que apunta el manual electoral en cuanto a que el aspirante puntero debe protegerse de los ataques de sus rivales que buscan emparejarse en la carrera.
Armenta Mier no cayó en las provocaciones, siempre conservó su tono parsimonioso o cálido durante sus intervenciones y supo contrarrestar todos y cada uno de los golpes que lanzaron en su contra Eduardo Rivera y Fernando Morales.
El candidato de Morena salió como entró al debate: siendo el puntero de la elección por el gobierno del estado.
En tanto, Lalo Rivera –a mí parecer– también cumplió con su objetivo de raspar a Alejandro Armenta, pues mostró una actitud agresiva y frontal en contra de la 4T, del gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador y en contra del gobierno del estado de Sergio Salomón Céspedes, que en mi punto de vista consideró que fue algo innecesario.
Rivera Pérez dejó claro que sí busca ganar los comicios del 2 de junio y que no está “nadando de muertito” a la espera de que culmine en dos semanas las elecciones por el gobierno de Puebla.
El abanderado del PAN estuvo muy bien entrenado y preparado por sus dos asesores estrellas Fernando Vázquez Rigada y Andrea de Anda, quienes lo acompañaron desde el día previo al encuentro el domingo por la tarde.
En cuanto a Fernando Morales solo se puede apuntar que su papel de esquirol quedó más claro que nunca y que su candidatura es un chiste mal contado que está condenada al basurero de la política poblana.
Que a nadie sorprenda si el “Parricida” Morales declina en los próximos días por Alejandro Armenta o llama al voto útil a favor de Morena.
Como apunte final, consideró que lo único malo del debate de Puebla es que no habrá un segundo encuentro, pues este primer y único ejercicio nos dejó con ganas de ver a los candidatos al gobierno del estado una segunda vez más.
Ojalá que el IEE vea lo que sucede en la Ciudad de México en donde sus candidatos han debatido tres veces y que esto es una gran herramienta para los electores.
Ahora entramos a la recta final de las campañas y todo se decide en 15 días.
El debate de Puebla cumplió todas las expectativas.
Puebla y los poblanos ganaron al fin con este tipo de ejercicios.
Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc