El triunfo del lopezobradorismo en Puebla fue contundente. El carro completo tiene, por supuesto, motores fundamentales sin los que hubiera sido imposible ese alto nivel de resultados. Lo dijo Alejandro Armenta en una entrevista hace tiempo: los motores de Morena y sus partidos aliados son el presidente Andrés Manuel López Obrador; la virtual presidenta Claudia Sheinbaum; el gobernador Sergio Salomón, con su trabajo y ánimo conciliador, y por supuesto y eso lo agregamos nosotros, el virtual gobernador electo, quien fue un candidato potente y sólido, con más de 34 años de trabajo en tierra, haciendo comunidad y recorriendo el estado. Así que aquellos y aquellas, salvo honrosas excepciones, que sienten que ganaron sus curules, escaños o alcaldías, por sus lindas caritas y su supuesta fuerza, se podrían estar equivocando terriblemente. Que se bajen de la nube, porque la mayoría -reiteramos que salvo honrosas excepciones- fueron arrastrados por la ola de los verdaderos motores de esta elección en Puebla.
¿Será?
Paren su carro
El gobernador salió al quite por el inicio de cómputos distritales, al invitar a la gente a calmarse, a dejar que la autoridad haga su chamba, también exigió a los partidos que no echen a andar a los poblanos. Tiene razón. En un ambiente aún polarizado, donde falta inteligencia emocional y los sentimientos se desbordan, qué fácil es desde un celular o un escritorio poner a pelear a la sociedad. Nosotros agregamos: no hagan caso de chismes, no se dejen engañar. ¿Para qué pelear? ¿Por un partido político? Hacen más por la patria educando a sus hijos, trabajando y siendo buenas personas que tomar autopistas y quemar llantas.
¿Será?
La historia se repite
Ayer se conmemoraron 80 años del Desembarco de Normandía, el famoso Día D, un hito en la historia, pues fue el preámbulo de la caída del Tercer Reich. ¿Qué ha cambiado en estas 8 décadas? Mucho, lo único que no son las estúpidas ideas que provocan guerras: “mi país es más fregón que el tuyo, por eso te voy a partir tu mandarina en gajos”. Los líderes mundiales no han aprendido nada.
¿Será?